CINE
“Con solo su presencia en pantalla, Christopher Plummer conmueve y emociona, permitiéndonos olvidar algunos de los elementos más chirriantes”
“Remember”
Atom Egoyan, 2015
Texto: ELISA HERNÁNDEZ.
Resulta muy arriesgado poner todo el peso de una obra en la actuación actoral. Claro que la cosa cambia cuando el intérprete en el que te estás apoyando es Christopher Plummer, alguien que por sí solo puede hacer brillar un filme que protagonizado por cualquier otro resultaría anodino y mucho menos cautivador. Con solo su presencia en pantalla, el más que veterano actor conmueve y emociona de manera continua durante la hora y media que dura la película, permitiéndonos olvidar, obviar o perdonar algunos de los elementos más chirriantes de “Remember”.
Zev es un anciano judío con demencia que, tras la muerte de su mujer, sale en busca del soldado de las S.S. que asesinó a toda su familia en Auschwitz con la intención de vengarse. Tener un punto de partida tan atractivo y con tanto potencial hace que desarrollar la historia adecuada y coherentemente sea todo un reto al alcance de pocos. En “Remember” hay algunos momentos en que la trama y las acciones se precipitan en exceso sin ahondar o dejar reposar lo ocurrido, y se echa en falta un énfasis en la lentitud y calma que proceden de la vejez de Zev. Se desaprovecha el poderoso recurso de empatía e identificación que podría haber sido dejar que los movimientos pausados del protagonista dominaran la narración. Bien es cierto que esta irregularidad y velocidad en la estructura del relato genera una sensación de desasosiego y suspense en el espectador, que funciona tanto para compartir lo confuso del estado mental del personaje como para enfatizar lo que de misterio, emoción y sorpresa tiene la película en sí. Sin embargo, no parece que estas grietas en la forma sean un recurso estético deliberado, sino un conjunto de fallos de estructuración y construcción de un ritmo coherente que casualmente se ven compensados y beneficiados por lo fascinante de la historia y la aparición de algún que otro acertado giro de guión.
Como filme sobre una venganza esperada durante largo tiempo, “Remember” resulta algo desordenada, atropellada y maniquea. Como película que reflexiona sobre la importancia de la memoria y de la necesidad del conocimiento profundo del pasado para tratar de mejorar el mundo en que vivimos, podría haber sido un poderoso vehículo de introspección sobre el papel que jugamos en nuestro entorno, la relevancia del recordar colectivamente, de la reflexión y de la justicia y moralidad (términos que, lamentablemente, suenan cada vez más a fórmulas vacías). Pero, y a pesar de que Christopher Plummer ofrece gran parte de la profundidad e intensidad que le falta a lo narrado, “Remember” se queda en la superficie.
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Anterior crítica de cine: “Deadpool”, de Tim Miller.