La legendaria película Let it be, de los Beatles, ha sido restaurada por Peter Jackson, y Disney+ la emitirá en exclusiva el 8 de mayo.
Let it be fue dirigida por Michael Lindsay-Hogg, en enero de 1969, mientras los Beatles trabajaban en la creación de sus nuevas canciones. También incluía imágenes del concierto final de los Beatles en la azotea del edificio donde estaban las oficinas de su discográfica Apple Corps. El estreno tuvo lugar en abril de 1970, poco después del anuncio de separación de los Beatles. La restauración de Let it be ha sido realizada por la compañía de Peter Jackson Park Road Post Production, con el beneplácito de Lindsay-Hogg. El film regresa tras las revelaciones que surgieron en la serie documental de Peter Jackson The Beatles: Get back, que hizo recordar la desaparición completa de Let it be durante décadas, al mostrar con demasiada crudeza las conflictivas relaciones internas del cuarteto.
Para la restauración, Peter Jackson partió del negativo original de 16 mm, e incluye una cuidadosa remasterización del sonido usando la misma tecnología de mezcla MAL que se aplicó al recuperar la serie documental The Beatles: Get back. Hay que tener en cuenta que son proyectos diferentes: Let it be contiene imágenes que no aparecen en Get back.
Michael Lindsay-Hogg, el director de la película original, ha comentado al respecto: «Let it be estaba lista para estrenarse en octubre/noviembre de 1969, pero no salió hasta abril de 1970. Un mes antes de su lanzamiento, los Beatles se disolvieron oficialmente. Y entonces la gente fue a ver Let it becon tristeza en el corazón, pensando: «Nunca volveré a ver a los Beatles juntos». Nunca volveré a tener esa alegría”, y eso oscureció mucho la percepción de la película. Pero, de hecho, ¿con qué frecuencia ves a artistas de esta talla trabajando juntos para convertir en canciones lo que escuchan en sus cabezas? Y luego llegas al techo y ves su emoción, camaradería y pura alegría al tocar juntos nuevamente como grupo y sabes, como lo sabemos ahora, que era la última vez, y lo vemos con plena comprensión de quiénes eran y siguen siendo y un poco de conmoción. Me quedé estupefacto por lo que Peter pudo hacer con Get back, utilizando todo el metraje que había filmado 50 años antes».
En el New York Times del 16 de abril le preguntaron a Michael Lindsay-Hogg sobre una escena en la que Paul McCartney y George Harrison discuten, y comentó: «Nadie había visto nunca a los Beatles pelear, pero en realidad no fue una pelea. Hasta ese momento nadie había filmado, excepto en fragmentos, a los Beatles ensayando. Entonces ese era un territorio nuevo. Nunca comentaron ese intercambio entre Paul y George, porque era el mismo tipo de conversación que tendría cualquier colaborador artístico. Como director de teatro y cine, sé que ese tipo de conversación ocurren cinco veces por semana». Y añadió: «Está claro que estás viendo a cuatro hombres que se conocen desde que eran adolescentes —bueno, tres de ellos al menos—, que se aman como lo harían hermanos. Pero ya no eran los Fab Four. Un par de ellos están cerca de los 30. Habían dejado de hacer giras, lo cual fue un cambio muy grande para un grupo de rock and roll. Lo que se ve en la película es que el cariño es eterno entre los cuatro. Pero entonces vivían vidas muy separadas».
También le preguntó el diario neoyorquino a Michael Lindsay-Hogg si en el momento de rodar a los Beatles pensaba que estaban a punto de separarse: «No, en absoluto. Empezamos a rodar con cuatro Beatles. Lo terminamos con cuatro Beatles. No fue como la falla de San Andrés. Pensé que podrían irse y hacer lo suyo, seguir sus corazones y lanzar álbumes separados, pero luego juntarse, porque los Beatles eran una fuerza artística muy poderosa, y también una fuerza social. No pensé que los Beatles iban a separarse hasta que se separaron». Respecto a esta nueva versión, comenta que «es una versión del siglo XXI de una película del siglo XX. Ciertamente es más brillante y animada que lo que terminó en vídeo. Ahora parece como estaba previsto que se viera en 1969 o 1970, aunque a petición mía, Peter le dio un aspecto más cinematográfico que Get back, que tenía un aspecto un poco más moderno y digital».
Por su lado, Peter Jackson ha declarado: «Estoy absolutamente emocionado de que la película de Michael, Let it be, haya sido restaurada y finalmente se reestrene después de no estar disponible durante décadas. Tuve mucha suerte de tener acceso a las tomas descartadas de Michael para Get back, y siempre pensé que Let it be era necesaria para completar la historia de Get back. En tres partes, mostramos a Michael y los Beatles filmando un nuevo e innovador documental, y Let it be es ese documental, la película que estrenaron en 1970. Ahora pienso en todo esto como una historia épica, finalmente completada después de cinco décadas. Los dos proyectos se apoyan y mejoran mutuamente: Let it be es el clímax de Get back, mientras que Get back proporciona un contexto vital faltante para Let it be. Michael Lindsay-Hogg fue incondicionalmente servicial y amable mientras hacía Get back, y es justo que su película original tenga la última palabra… luce y suena mucho mejor que en 1970».
A John Lennon Let it be nunca le gustó, pues pensaba que situaba en el centro a McCartney. En 1980 y 1981 se comercializó en formatos domésticos e inmediatamente desapareció. Envolviéndose en cierto misterio. Nunca se llegó a editar en deuvedé, entre rumores de que Ringo Starr y Paul McCartney bloqueaban cualquier lanzamiento de la película al mostrar con demasiada crudeza aquellos días de grabación que contribuyeron al final del grupo, algo que McCartney siempre ha negado.