Juanito Makandé y Canijo de Jerez.
“Nada más entrar a la sala se respira la emotividad del evento, pero la noche no tarda en despegar y tomar el rumbo que a Ray le hubiera gustado: festejar la vida y la música rodeado de los suyos”
La marcha de Ray Heredia, ocurrida hace 25 años, movió este homenaje de los flamencos en Madrid, donde no faltaron El Canijo de Jerez, Juanito Makandé, Miguel Campello o El Negri, entre otros. Allí estuvo David Pérez.
Ray Heredia
Sala Chango, Madrid
1 de diciembre de 2016
Texto y fotos: DAVID PÉREZ.
Un cuarto de siglo sin Ray Heredia es demasiado tiempo. Pocos como él supieron sentir y vivir tan al límite, desbordando esa libertad transgresora en su arte y cambiando la forma de hacer flamenco. Abrió puertas y mostró nuevos caminos con su rompedor “Quien no corre, vuela” (1991), punto de partida y faro de los nuevos flamencos. Madrid lo sigue añorando y no podíamos faltar a la celebración del 25 aniversario de su obra en la Sala Chango.
Nada más entrar a la sala se respira la emotividad del evento, pero la noche no tarda en despegar y tomar el rumbo que a Ray le hubiera gustado: festejar la vida y la música rodeado de los suyos. Abren el concierto los flamantes Estricnina, dúo gamberro compuesto por El Canijo de Jerez y Juanito Makandé, con una versión del ‘Súmamela bien’ que desata los primeros bailes y esquiva el mal sonido con el que lidiaron muchos de los artistas, como la hermana de Ray, Marta Heredia, que tuvo que salir una segunda vez para poder regalarnos una sentida y rebosante de arte ‘Yo solo’.
Marta Heredia.
Las Negris aparecen como un tornado que hace bailar Madrid al son de ‘Corbarde’, y Sandra Carrasco se arranca por bulerías y termina con fandangos de Huelva. Al rap cañí de Tomasito en ‘Sobreviviré’ y sus bailes imposibles por bulerías marcianas (arte por los cuatro costados), le sigue Makarines, con cajón flamenco de “Quien no corre, vuela” incluido. La Flaka se marca dueto trianero con Junior y otro con Lin Cortés, brindándonos uno de los momentos inolvidables del homenaje al “Prince gitano”, con una preciosa versión del ‘Se dejaba llevar’ del otro ángel caído madrileño, Antonio Vega.
La Flaka y Lin Cortés.
Se despide Lin acompañado de su guitarra con ese “Dime mujer, por qué no me enseñaste a vivir sin ti…”, y son dos mujeres con duende las que responden la pregunta, Marina García y Sarayma, con dos interpretaciones llenas de fuerza.
Miguel Campello.
Miguel Campello sube las pulsaciones con sus saltos y zapateos, y un ‘De los malos’ que canta el mismísimo Ray allí donde esté. La emoción alcanza el cielo con el ‘Alegría de vivir’ final de El Negri y Triana Heredia, en el que también los acompaña sobre las tablas el productor de Ray. Noche lunera en la que Madrid corre y vuela, al son de un flamenco que por suerte, nunca se irá del todo.
