El exlíder de los Kiks, Ray Davies, recibió un disparo en una pierna, en enero de 2004, cuando, en Nueva Orleans, intentó detener al ladrón de un bolso. Davies sufre las secuelas de la herida, y antes de Navidad tuvo que ser hospitalizado.
“Ha sido bastante malo, de verdad. Estuve muy enfermo antes de Navidad a causa de los restos de la bala que todavía tengo en la pierna y que provocaron un coágulo. Me puse muy enfermo y me hospitalizaron durante algún tiempo”, explica Davies.
Asegura que sus problemas de salud se deben a la forma en que fue tratado por los médicos de un hospital de Nueva Orleans: “Para decirlo educadamente, creo que no se manejó muy bien en su momento: en parte porque el hospital estaba ocupado y en parte debido a la naturaleza de la herida. Fue una bala en zigzag”.
El pasado noviembre, Davies tuvo que cancelar cuatro conciertos en Nueva York después de que los médicos le recomendasen no viajar.
