«Radio Futura podían batirse con cualquier género y hacerlo sonar como si se hubiera creado el mismo día en que ellos se acercaron a él»
En este artículo (con el que cerramos una semana dedicada a Radio Futura), Juanjo Ordás analiza la reedición en tres cedés del clásico imprescindible «La canción de Juan Perro».
Texto: JUANJO ORDÁS.
No se puede hablar de un culmen en la carrera de Radio Futura, su trayectoria entera fue en un enorme éxito artístico. Cada uno de sus álbumes posee múltiples argumentos –en forma de canciones– para encaramarse a la posición de favorito independientemente del momento en que fuera grabado. No hay subidas y bajadas, sino un continuum musical que obedece a distintas perspectivas en función de los intereses creativos del equipo formado por Santiago Auserón, Luis Auserón y el tristemente desaparecido Enrique Sierra. La solidez de su carrera fue única en el panorama español, sus discos se miran entre sí de tú a tú como pavos reales de multicolor plumaje que compiten altivamente por la hegemonía.
Editado en 1987, “La canción de Juan Perro” cumple veinticinco años, una efeméride que se celebra con una bonita reedición justificada porque al festejo se unen un cedé con las maquetas del disco y otro con un concierto de la gira presentación del álbum, además de un libreto con nuevas anotaciones de Diego A. Manrique y el texto firmado por Santiago Auserón en el mismo año de su edición. Así se hace una reedición, ya lo creo. Al fin y al cabo, la función de este tipo de productos es la nueva presentación de una obra de peso pero también la expansión de la experiencia hasta donde la calidad permite, y Sony Music ha hecho un trabajo soberbio. Además, hablamos de “La canción de Juan Perro”, álbum clave en la historia de un rock español que superado el meridiano de la década de los ochenta aún estaba conociéndose a sí mismo y al que le esperaba la camada indie mal-angloparlante. Sin embargo, en este punto, con Radio Futura y “La canción de Juan Perro” estábamos en el buen camino o, al menos, en uno de los mejores caminos.
Sierra y los Auserón entendían el rock como un género cuyos límites aún debían ensanchar, aprovechando precisamente esa juventud respecto a España, conscientes de que aún cabía incorporar distintas influencias a su paleta sonora, influencias sudamericanas, centroamericanas y africanas.
Los Radio Futura que comienzan a componer “La canción de Juan Perro” no son una banda desgastada, sino hambrienta. No solo han decidido moverse en una nueva dirección sonora, sino que han renovado su contrato discográfico y han incorporado dos nuevos miembros: el teclista Pedro Navarrete y el batería Carlos Torero, bastante más orgánico en su forma de tocar que su predecesor, Solrac Velázquez. Importante detalle, pues Radio Futura deciden abrazar la fusión de ritmos calientes. Se centran en diez canciones nuevas que modelar con tranquilidad durante más de un año en el local de ensayo, puliendo cada uno de sus detalles y maquetándolas finalmente con el productor Joe Dworniak, con el que marcharán a New York para registrar el que será su nuevo álbum en los estudios Sigma Sound. Y aunque como comentábamos, cualquier disco de Radio Futura es un universo en sí mismo, lo cierto es que con “La canción de Juan Perro” consiguen una carnosidad, un nervio y un hueso especiales.
Realmente no se puede decir que “La canción de Juan Perro” sea un disco rupturista respecto al pasado del grupo. Es relativamente tradicional puesto que se nutre de sonidos populares pero siempre como una autovía hacia el futuro y, además, tampoco abandona del todo el vanguardismo de sus dos anteriores trabajos. Enrique Sierra era experimental hasta cuando se acercaba a géneros pretéritos, siempre sonaba único, hacía de su guitarra un artefacto exótico, clásico y moderno. Desde luego que “La canción de Juan Perro” era un crisol que partía de la mirada de un grupo de españoles hacia ese citado tradicionalismo sin dejar de sentirse hombres de su tiempo. ‘Un baile de perros’ y ’37 grados’ eran puro groove rockero con olor a ciudad cosmopolita y mestiza, ‘Cara o cruz’ pop tropical que hacía sonar la salsa como algo tan excitante como si la tocara Rubén Blades. También estaba el blues nervudo de ‘La mala hora’, más sutil en los ligeros licks de la hermosa ‘Un hombre de papel’, el momento más vanguardista junto a las guitarras de Sierra en ‘Luna de Agosto’. Fusión pura. Dinamismo en el étnico ritmo de baile de ‘Lluvia del porvenir’, mestizaje en la creación del rock latino progresivo de ‘La negra flor’ y ‘El canto del gallo’, épica gótica en ‘Annabel Lee’, con detalles electrónicos como en la ya citada ‘Lluvia del porvenir’. Radio Futura podían batirse con cualquier género y hacerlo sonar como si se hubiera creado el mismo día en que ellos se acercaron a él, con la carnosa voz de Auserón, morena. La influencia negra insufla nueva vida al rock and roll gracias a la perspectiva de una banda española que se redefine a sí misma, que también experimenta con el rap en ‘Paseo con la negra flor’. No hacía falta más color, pero la percusión de Daniel Ponce y los metales de los Uptown Horns (Willie DeVille, The Rolling Stones) aportaron aún más, ejerciendo de brillantes acompañantes y también de souvernir sonoro de la estancia de Radio Futura en Nueva York.
La remasterización de esta reedición le hace justicia, respetándose el espíritu del original. En 1992, se puso a la venta la caja integral con la discografía del grupo más el disco “Rarezas”, el cual incluía la maqueta de ‘Baile de perros’. Similar a la original aunque grabada en España y sin ningún arreglo de metal, uno de los grandes momentos de ese entrañable cedé de bizarrismos que hacía desear escuchar más versiones de “La canción de Juan Perro”. Bien, todas esas canciones conforman el segundo disco de esta edición y son tan atractivas como las originales. Tienen el mismo empuje, incluso a nivel de arreglos no puede decirse que desluzcan, algunas suenen distintas a sus versiones de álbum (especialmente el ritmo de ‘Lluvia del porvenir’) pero eso provoca que su escucha resulte algo sumamente especial. ¿Qué más guardan Radio Futura en su desván? ¿Hay material para una nueva antología de material inédito?
Al comenzar la gira presentación de “La canción de Juan Perro” los problemas de salud de Enrique Sierra fueron motivo para que se incorporara un nuevo guitarrista de apoyo aunque la prioridad de Sierra siempre fue que sus trabas personales no afectaran a sus compromisos con el grupo. De ahí que en el cedé (el tercero de la reedición) recogiendo un directo grabado en Alcalá de Henares, Javier Monforte haga dúo con él a las seis cuerdas, incrementando el poder de la banda sobre las tablas. En su día, los conciertos de Valencia se grabaron y con ellos dieron forma al único disco en directo del grupo, “Escueladecalor. El directo de Radio Futura”, buen trabajo aunque de sonido frío, distante, ampliamente superado por este nuevo directo de diez canciones y sonido profesional, nada que ver con todas esas grabaciones en vivo que se suelen emplear como bonus en tantas y tantas reediciones y cuyo sonido es paupérrimo. Este directo es un disco de cabo a rabo, con entidad y fuerza, que permite escuchar canciones que el directo oficial no acogió, y la lista es suculenta (’37 grados’, ‘En un baile de perros’, ‘La mala hora’, ‘Annabel Lee’), aderezada con hits clásicos (‘Escuela de calor’, ‘No tocarte’) que suenan con mucha más energía.
Enorme perspectiva la que los tres cedés proponen, desde el diseño maquetero del álbum hasta su presentación en vivo pasando por el propio disco. Que tomen nota las discográficas y los grupos, que así se hacen las cosas. Que tome nota el aburrido panorama musical español.
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