«En directo me gusta que haya un poco de riesgo siempre, dejar algo a la improvisación. No siempre sale bien, pero si sale suele haber magia en esos momentos»
Cuando «Soltad a los perros», la gira que mantiene junto a José Ignacio Lapido, encara su último tramo, Quique González nos cuenta de su vida en ruta.
Texto: JUAN PUCHADES.
La gira «Soltad a los perros», que une en escena a Quique González y José Ignacio Lapido en unos shows especiales en los que comparten una única banda, comienza a encarar la recta final. Pero antes hemos querido que el madrileño y más joven de este singular dúo de titanes, responda a nuestro cuestionario en ruta para saber, precisamente, cómo es su vida en la carretera.
¿Cómo pasas las horas previas a un concierto?
Cada vez me pongo menos tenso, o lo controlo un poco más. Intento echar una buena siesta y luego disfrutar de la prueba y el preconcierto.
¿Cuando ya estás en la sala, esperando la hora de subir al escenario, en qué piensas, cómo pasas esos minutos previos, sueles aislarte?
Intento aislarme un poco pero necesito hacer corrillo con mi banda y mi equipo. Brindar, abrazarnos, etc.
¿Llevas fetiches al camerino, cuáles?
Llevamos algunos pósters de Audrey [Hepburn] y de pelis que nos gustan.
¿Qué es lo más extraño o peculiar que incluye tu catering?
Creo que un día me pareció ver humus, les pedí cambiarlo por tres empanadillas. Una vez llevamos un jamón, duró un par de semanas.
¿Qué es lo que nunca debe faltar en tus camerinos?
Una barra de fuet para Pepo López.
¿Tienes alguna superstición relacionada con el directo y lo que lo rodea?
Ninguna, salvo que odio que disparen humo.
¿Cómo son tus pruebas de sonido? ¿Siempre participas o dejas que algún músico pruebe sonido por ti?
Tenemos un equipo brillante y nos lo ponen muy fácil. No me gusta que sean larguísimas, en cuanto todos estamos a gusto, se termina.
¿Los conciertos con el repertorio cerrado, dejan lugar a la improvisación durante las canciones?
A mí me gusta que haya un poco de riesgo siempre, dejar algo a la improvisación. No siempre sale bien, pero si sale suele haber magia en esos momentos.
¿Cómo preparas los repertorios de cada concierto y en qué momento decides qué vais a tocar?
Este [la gira con José Ignacio Lapido] está cerrado porque en principio son diez shows, la canción que toco solo se la pido siempre a alguno de mi banda. El grueso lo hemos hecho entre todos.
¿Cómo reaccionas en escena ante un fallo de alguno de los músicos, ante una entrada a destiempo, por ejemplo?
No siempre reacciono bien, pero tampoco con mis errores, intento que no se me note que me está jodiendo la vida. La mayoría de las veces nos lo tomamos con sentido del humor. Un concierto sin gambas no es un concierto. Somos humanos.
Si algo ha salido mal en un concierto, ¿te reúnes luego con la banda para hablarlo? ¿Eres de echar broncas a los músicos?
Intentamos mejorar cosas, pero no suelo echar broncas después de tocar.
Si una noche notas que el público no entra en el concierto, está algo frío, ¿qué haces para motivarlo?
Uff, no sé, intentas soltar a los perros y hacerlo mejor.
¿Qué tiene que haber pasado para tener la sensación de haber ofrecido un buen concierto?
Cuando toda la banda está contenta después del show es la prueba definitiva.
Qué sensaciones tienes cuando el concierto acaba, en qué piensas, ¿te recluyes solo durante un rato?
Lo celebro, siempre con mi gente, das vueltas a tus fallos y respiras un poco.
¿Se hace muy cuesta arriba, tras vaciarse en escena, quedarse a esperar el «besamanos» del público?
Hay gente muy maja e intento atenderles siempre que es posible.
¿Es fácil dormir después de un concierto o la adrenalina dura durante horas?
No, yo no puedo dormir después de los conciertos. Nos pasa a muchos.
¿Sueles salir de fiesta, a desparramar un poco por la ciudad tras un concierto?
Levemente si tengo concierto al día siguiente, a muerte si estoy en una ciudad divertida y tengo libre.
¿Cómo vives los constantes desplazamientos, se hacen duros, da pereza ponerse en funcionamiento y hacer carretera, aeropuertos, vuelos…?
Me gusta estar en movimiento. Lo llevo bien.
Si un día, por la razón anímica que sea, te da mucha pereza enfrentarte a un show, ¿qué haces para darte ánimos y tirar adelante?
No me ha pasado. Para mí es el mejor momento del día.
¿Hay noches en las que acabas muy descontento de algún concierto?
Todos hemos tenido una mala noche.
¿Qué se siente en esos casos?
Muy jodido, sentimiento de culpa…
¿Cómo es la vida de hotel en hotel?
Es divertido, como te he dicho, me gusta estar en movimiento.
¿Prefieres hoteles modernos y funcionales o de aire clásico? ¿La banda y tú os alojáis en el mismo hotel o tú buscas uno de más nivel?
Vamos al mismo hotel, sin preferencias modernas o clásicas, según la ciudad, va cambiando.
¿Intentas acondicionar la habitación en cuanto llegas, desparramar tus cosas como si estuvieras en casa?
Como diría el gran Antonio Vega: mi hogar en cualquier sitio…
¿Cómo escuchas música durante las giras… cds, mp3, Spotify o Deezer?
Spotify.
¿Grabas todos los conciertos? ¿Sueles escucharlos?
Sí, grabamos todos, los escucho por si hay que cambiar algo.
¿Prefieres interpretar los temas cada noche en vivo o pensar cómo plasmarlos en un disco, que es lo que permanecerá?
Me gustan todas las partes del proceso, y el directo me hace sentir la canción viva.
Hay músicos que hacen de las giras casi una ruta gastronómica, con los restaurantes que quieren visitar en cada ciudad, ¿eres de esos?
No. Pero hay grandes gourmets en mi banda.
¿Qué te pasa por la cabeza cuando suspendes por fuerza mayor, por enfermedad?
Solo me ha pasado una vez, por un corte en la mano, me sentí fatal.
¿Qué te parecería encontrarte en la situación de algunos artistas anglosajones, que pueden ser equis tiempo artistas residentes en una ciudad, tipo lo que sucede en Las Vegas?
Eso es imposible de realizar en España.
Cuando una gira ha terminado, ¿cuesta afrontar los días inmediatos, romper con la dinámica de la gira y ponerse a otras cosas?
Me cuesta bajar, sí, es un viaje emocional muy potente.
¿Quién te diseña la ropa de escenario?
Nadie.
¿Exiges que los miembros de tu banda vistan de determinada manera?
No, pero me gusta que vayamos de forma homogénea más o menos.
¿Escribes canciones durante las giras, cómo es el proceso en esas circunstancias? ¿Dónde sueles escribir o pensar en una canción: en los hoteles, en ruta?
Sí, estoy dándole vueltas siempre, últimamente más. Escribo y pienso tanto en la furgoneta com en el hotel.
Tienes que elegir: ¿seguir girando el resto de tu vida o escribir una única canción perfecta que te satisfaga al cien por cien y que se instale en la memoria colectiva?
Seguir girando, es mi vida.
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Estas son las próximas fechas de «Soltad a los perros»:
21 de noviembre: Sala Noise, Valencia.
22 de noviembre: La Riviera, Madrid.
28 de noviembre, Auditorio Manuel de Falla, Granada.
29 de noviembre, Fibes, Sevilla.
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