DISCOS
«Cada vez van asimilando en mayor grado el supremo arte de construir canciones magnéticas y de encandilar al oyente»
Tu Otra Bonita
¿Quieres rollo?
WARNER, 2024
Texto: CÉSAR PRIETO.
Cuesta que la crítica musical dé con una calificación que etiquete el estilo de Tu Otra Bonita. Se ha hablado de “rumba psicodélica” o “indie mestizo”, pero ni estas, ni cualquier otra definición se ajustan a lo que es su música. En este su quinto elepé añaden al sonido de guitarras y, a una reconocible querencia por evocaciones del sur, una afluencia de música italiana, que es el cauce más adecuado para hablar de lo que hablan la mayor parte de canciones de este disco: de amor.
Y para hablar de amor emplean el género más adecuado: el bolero, que no otra cosa es “Siento%”, aunque se completa en el estribillo con palmas y toques flamencos —y quejío fina—-, y con toques bubblegum en las onomatopeyas. Una mezcla que, a priori, es como la del agua y el aceite, pero que funciona. Canción de amor también es “Cien mariposas”, que se sostiene en una voz dubitativa y quebrada, casi recitada al principio, y sola —esa música italiana de la que hablamos—, para transmitir sentimiento. La misma canción, en otra toma más flamenca y potente se recoge como bonustrack.
Al contrario que este bloque, “Fuego” posee una instrumentación densa y con arreglos llenos de espíritu bailable, cercana a la música de discoteca más latina tanto como a Juan Perro. Un fogoso aire latino que explota en sensualidad en la erótica “Loca locura” que acaba con dejes de nueva trova cubana. No es tanto un espíritu de fusión —mezcla—, sino la utilización de ritmos hispanos para construir su rock, sin prejuicios y prestigiando la diversión, como “Tilda”, la canción que Héctor Lacosta, el vocalista, dedica a su hija. Por ello, “Y si no soy yo” —con dos versiones, una con Gabriel de la Rosa y Shinova— es mucho más rock and roll y “La pared” tiende al flamenco con aire de rumba dicharachera.
Es, en definitiva, un disco de sentimientos, que potencia la sensualidad, pero también la alegría que contagia “M’enamoro”, con la marcha lenta de la rumba y unos vientos felices que dan primavera a la canción. La misma alegría que genera “Coloreado de azul”, con una maravillosa colaboración de Bebe, una pieza festiva de noche de verano, de tarareo de gloria.
El otro bonustrack, “Salto al infinito”, junto a Chico Pérez, comienza con un piano, para llenarse poco a poco de instrumentos, y vaciarse de ellos, en una ola con ímpetu y resaca, y con palmas, y el piano que al final se llena del espíritu de Falla, en una mezcla de estilos que la llena más que cualquier otra canción. En este su quinto disco, Tu Otra Bonita cada vez van asimilando en mayor grado el supremo arte de construir canciones magnéticas y de encandilar al oyente con luces de sentimientos y gozosos juegos.
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