«Ha dejado huella en mi forma de entender la música, de componer y de cantar, donde tiene que primar siempre el alma»
Es una de las artistas revelación de 2023, como demuestran su nominación a los Grammy latinos y su candidatura al Goya por la canción “El amor de Andrea” junto a Vetusta Morla. Hoy, Valeria Castro escoge el disco que le cambió la vida, su Punto de partida.
Sílvia Pérez Cruz
Vestida de nit
DECCA, 2017
Texto: EFE EME.
Lo último que hemos sabido de Valeria Castro es que está nominada a un Goya, junto a Vetusta Morla, por “El amor de Andrea”, que opta a mejor canción original por la película homónima de Manuel Martín Cuenca. Pero no es la única carrera que está corriendo la joven cantante de La Palma. Tras una nominación a los Grammy latinos por el sencillo “La raíz”, Valeria está haciéndose con todos los escenarios que pisa desde que se presentó en sociedad con su debut, Con cariño y con cuidado. Unos primeros pasos firmes que le están abriendo muchas puertas, no solo en España sino en Portugal, Turquía, Argentina, Chile, Perú, Colombia y México, donde ya ha llevado su primer disco. Un boom mediático que prosigue en múltiples escenarios, entre ellos el Circo Price de Madrid (3 de febrero, entradas agotadas), el Alfredo Kraus de Las Palmas (25 de abril) o el Kursaal de Donosti (el 24 de mayo).
Y aunque prácticamente acaba de llegar, y tiene todo el futuro por delante, es inevitable preguntarse de dónde viene y cuáles son sus referentes. Por eso pasa por Punto de partida y escoge el disco que le cambió la vida, que no es otro que Vestida de nit, un trabajo que Sílvia Pérez Cruz editó en 2017. «Lo compré en 2021 en la gira del décimo aniversario de En la imaginación, de Silvia Pérez Cruz y Javier Colina, en formato vinilo por 25 euros. A pesar de haberlo comprado con 22 años es un disco que llevaba escuchando y adorando desde los 16», relata a Efe Eme, aclarando que fue el primer vinilo que adquirió.
A Sílvia Pérez Cruz llegó gracias a alguien muy importante en su vida: «Conocí este disco por mi hermana gemela, que era fan absoluta de Silvia. En nuestro 16 cumpleaños le regalé unas entradas para verla en directo en Gran Canaria con la gira de este mismo disco. La acompañé para que no fuera sola y terminé enamorándome de él y de la forma de Silvia de componer, hacer música y cantarla». El impacto de su música fue brutal en Valeria: «Conocer esa música y ser consciente de cuánto me llegaba me hizo cambiar radicalmente la forma en la que yo hacía y escuchaba música, muy ligada al pop. Creo que no podría elegir una sola canción de este disco, pero la forma en la que usa los pizzicatos en “Mechita” o las cuerdas pulsadas como si fuera una guitarra es algo que no había escuchado nunca y aun creo que nadie ha conseguido hacerlo con tanto gusto como ella».
Desde entonces, Valeria Castro ha seguido de cerca toda la carrera de Pérez Cruz. «Creo que se va superando en cada disco, pero es verdad que el hacer el disco entero a cuarteto de cuerda es algo que le da muchos puntos», admite, y por eso lo sigue escuchando. La canaria reconoce la huella de la catalana en su propia obra: «Creo que Silvia Pérez Cruz es maestra de muchas, mía por supuesto. Ha dejado huella en mi forma de entender la música, de componer y de cantar, donde tiene que primar siempre el alma». Además le ha servido para investigar y descubrir a otros artistas: «Seguí explorando sus discos y me abrió camino a querer conocer más la música de Drexler, en un primer momento Eco, o Natalia Lafourcade, en ese momento Hasta la raíz».
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