“Con los años le doy todavía más valor y más importancia a lo que supuso ese disco para mí. Saqué las canciones, las tocaba en casa, aprendí a tocar con ellas. Y sobre todo aprendí cómo puede emocionar una canción. Enrique es un maestro en eso”
El exvocalista de Los Madison no tiene dudas: hay algo mágico en el primer trabajo en solitario de Enrique Urquijo paralelo a Los Secretos. Así lo sintió cuando compró el disco y así lo siente muchos años después, como nos cuenta días antes de presentar su primer disco en solitario en Madrid (16 de octubre en la Sala Galileo Galilei).
Enrique Urquijo y Los Problemas
“Enrique Urquijo y Los Problemas”
DRO, 1993
Texto: TXETXU ALTUBE.
Allá por 1993 salió el primer disco en solitario de Enrique Urquijo: “Enrique Urquijo y Los Problemas”. Recuerdo que lo compré en la mítica y desaparecida Madrid Rock, en la madrileña Gran Vía. Subí en el 74 en dirección a casa y rompí el precinto lo más rápido que me permitían las uñas.
Me gustaba ese momento, me sigue gustando. Trastear entre los créditos y las fotos. Los dibujos y la caligrafía sobre papel cuadriculado me llamaron la atención, la verdad.
Recuerdo que al darle al play en mi primer “discman” la sensación fue rara. No sabía lo que me iba a encontrar. Versiones de rancheras y clásicos con toque distinto. ¡Lo que he aprendido de este disco con el tiempo!
Enrique sabía lo que hacía. Conocí temas intensos cantados por la voz de Enrique, temas que nunca había escuchado antes. ‘Mundo raro’, ‘Historia de playback’, ‘Se me hizo fácil’ o ‘Atrás’. Me emocionaban todas y cada una de ellas como pocas antes.
Con los años le doy todavía más valor y más importancia a lo que supuso ese disco para mí.
Saqué las canciones, las tocaba en casa, aprendí a tocar con ellas. Y sobre todo aprendí cómo puede emocionar una canción. Enrique es un maestro en eso.
Hace unas fechas, los amigos de Producciones Acaraperro me comentaron que estaban haciendo un ciclo de conciertos en el que los artistas cantaban un disco entero que fuera referencia para ellos. No lo dudé. Tenía que ser el primer disco de Enrique. Y volveré hacerlo. Fue una de las noches más especiales para mí sobre un escenario.
Y unas fechas antes, me llegó este regalazo por correo… El vinilo. (¡Gracias, Fátima!)
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Anterior entrega de Punto de partida: Los Zigarros y Nirvana y Elvis (I).
