«Las considero canciones de pop perfectas, porque tienen ambiente, historia y complejidad, pero parecen tremendamente sencillas y pegadizas»
En la recta final hacia el que será su tercer disco, Perro deseo, previsto para octubre, acudimos a Travis Birds para que escoja su disco imprescindible, su punto de partida musical. Y ella se decanta por el Grandes éxitos de ABBA, un recopilatorio del grupo sueco que ha marcado su forma de entender las canciones. Seguimos su rastro y sus palabras, por si encontramos en este disco alguna de las claves de su próximo trabajo, del que acaba de adelantar un precioso dúo con Depedro titulado “Urgente”.
ABBA
Grandes éxitos
CARNABY, 1976
Texto: TRAVIS BIRDS / EFE EME.
Lo encontré entre los vinilos de mi padre, con unos ocho años, y lo seleccioné entre todos porque tenía una portada con unos dibujos brutales que, para cualquier niño, hubiera sido un rato de fantasía. ¡No parecía para mayores! Era la portada de un cuento estrambótico del que querías saber qué pasaba dentro. La sorpresa fue que el mundo que escondía estaba plagado de temazos que creo que marcaron mucho uno de los principales espíritus de mis canciones, especialmente de las primeras, una especie de nostalgia épica. Una historia triste que termina con esperanza.
Son canciones tristes y alegres a la vez, como luminosas. Creo que, especialmente en mi primer disco, este tipo de melodías y esa épica es algo que busqué de forma inconsciente y que hoy puedo atribuir, en gran parte, a la influencia de las canciones de ABBA.
El disco arranca con “Fernando”, pero es una recopilación de grandes éxitos y está lleno de hits como “Hasta mañana”, “Waterloo” o “Mamma mia”. Las considero canciones de pop perfectas, porque tienen ambiente, historia y complejidad, pero parecen tremendamente sencillas y pegadizas. No solo hay buenas canciones, sino que las producciones son pura fantasía, desde luego aquel contenido hacía honor a la portada.
Tengo nítidos recuerdos de mi infancia escuchando estas canciones y bailando con mi hermana en el salón, como borrachas de luz de lentejuelas plateadas. Mis padres siempre nos pusieron buena música, y siempre he pensado que lo que escuchas de niña se te queda a fuego en la memoria. Noto ese espíritu impregnado en parte de mi repertorio.
Mi padre lo compró en Granada en el 76 y no sabe que ya me lo he apropiado. Por el tiempo y el significado que tiene, lo considero un tesoro familiar. ¡Gracias pa’!
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Anterior Punto de partida: Luis Albert Segura (L.A.) y Pearl Jam.
