“Me pareció sublime ‘Sweet Jane’, con una intro salvaje de Steve Hunter el guitarrista que grabó el disco. Todavía se me ponen los pelos de punta, escuchar eso en mi viejo tocadiscos era casi como rozar el cielo”
El bajista de La Frontera fija su arranque musical más impactante en la escucha del disco “Rock and roll animal”, el álbum en directo de Lou Reed que vio la luz en 1974 con canciones de Velvet Underground.
Lou Reed
“Rock n roll animal”
RCA, 1974
Texto: TONI MARMOTA.
El primer disco que compré en mi vida fue «Rock n roll Animal» de Lou Reed, lo compré en el año 1977 y era la edición integra, pues anteriormente había salido al mercado sin el tema ‘Heroin’ por una de esas lindezas que tenía la censura en aquellos momentos. Lo compré en Aranda de Duero, que era donde vivía en esa época de mi vida, yo tenía 14 años y fue mi regalo de cumpleaños. Creo recordar que me costó 400 pesetas y lo compré en Jotazeda, que eran unos grandes almacenes en los que había una sección de discos y donde más adelante compré mi primer amplificador de guitarra.
Lou Reed era poco menos que Dios para mí en aquella época, nos juntábamos en casa de un amigo a escuchar los discos que teníamos y a leer la revista “Star” y “Vibraciones”, nos gustaban las críticas musicales de Oriol Llopis y en concreto una de la revista “Star” (creo) que hablaba de la movida neoyoruina y de Lou Reed, el artículo me impactó mucho e invertí el dinero que me dieron por mi cumpleaños en uno de los discos de rock que más me han influido a posteriori.
Me gustaban todas las canciones, pero me pareció sublime ‘Sweet Jane’, con una intro salvaje de Steve Hunter el guitarrista que grabó el disco. Todavía se me ponen los pelos de punta, escuchar eso en mi viejo tocadiscos era casi como rozar el cielo. ‘Heroin’ o ‘Rock & roll’ eran otros de mis temas favoritos, aunque hay que decir que el disco no tenía desperdicio, uno de los mejores directos de la historia del rock.
Alguna vez lo escucho, sobre todo lo suelo pinchar en alguna fiesta privada en casa, sigue teniendo un halo especial y me traslada a la época en la que el rock era algo mágico. Fue uno de los discos con los que empecé a tocar la guitarra, lo pinchaba y tocaba encima, pero lo más importante es que me llevó a conocer más discos de Lou Reed y me volvió loco la imagen de portada con un Lou Reed con collar de perro que fue un poco el germen de lo que poco después fue la New Wave y el punk, que tanto influyeron a los adolescentes rebeldes de mi época.
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Anterior entrega de Punto de partida: Ramón Arroyo y Crosby, Stills & Nash.