«Sus canciones me inspiraron a crear mis propias melodías y a inventarme letras, historias, coreografías»
Como anticipo de su tercer disco, previsto para 2025, Merino acaban de publicar “La niña [2000]”, una canción que enlaza con la elección que ha hecho su vocalista, Sandra, del disco que le cambió la vida: el debut de La Oreja de Van Gogh.
La Oreja de Van Gogh
El viaje de Copperpot
EPIC, 2000
Texto: EFE EME / SANDRA MERINO.
Han sido muchos los discos que han ido moldeando mi cabeza y me han acercado poco a poco a mi manera de vivir la música. Podría decirte uno diferente en cada etapa de mi vida. Elegir es algo que me cuesta muchísimo, pero aprovechando la última canción que hemos sacado Merino, “La niña [2000]”, que le dedico a mi «yo pequeña», quiero hacerle un homenaje. Si pudiera preguntarle seguramente mi yo de ocho, nueve o diez años elegiría algún disco de La Oreja de Van Gogh. Sus melodías pop, su frescura, su emoción conectaban de lleno conmigo. A mí ya me entusiasmaba cantar, y sus canciones me inspiraron a crear mis propias melodías y a inventarme letras, historias, coreografías. Soñaba con cantar algún día delante de gente y repetía las canciones de La Oreja en bucle en mi habitación creyéndome Amaia.
Cuando tenía ocho años, estando de vacaciones con mi familia en Ibiza, entramos a un pub donde un cantautor estaba dando un concierto. Después de varias canciones que no recuerdo tocó “La playa”, de La Oreja, yo la canté desde el público como si no hubiera un mañana, debió verme tan emocionada que me invitó a cantarla junto a él. Fue la primera vez que canté en un escenario y ese momento se me quedó grabado para siempre. “La playa” siempre será especial para mí porque me lleva directamente a esa sensación de ilusión, nervios, adrenalina e inocencia.
El viaje de Copperpot es el disco que marcó a aquella niña, que le dio pie a soñar lo que hoy en día está viviendo. Es un grupo que según he ido creciendo me ha ido acompañando. Cuando sacaron el disco Guapa yo tenía 13 años, esa edad en la que empiezas a elegir por ti mismo. Recuerdo escucharlo por primera vez en una tienda de música, donde había auriculares y podías escuchar los discos antes de comprarlos, recuerdo que eso me encantaba. Llegaba con mi familia y nos dividíamos para poder descubrir cada uno el disco que quisiera. Yo miraba las carátulas e imaginaba cómo sería sacar uno, cómo sería tener un grupo, hacer canciones, dar conciertos, labrar una carrera y encontrar tu disco en una de esas tiendas de música que tanto me gustaban.
Nunca me había parado a pensar de dónde nació ese sueño, ese estímulo que marcaría mi futuro. Hacía muchísimo tiempo que no escuchaba de principio a fin El viaje de Copperpot y hoy voy a volver a hacerlo, será como hacerle un regalo muy especial a aquella niña. Millones de gracias.
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Anterior Punto de partida: VerdCel y Pep Laguarda & Tapineria.
