«Son discos que sigo escuchando de vez en cuando y me siguen emocionando como el primer día»
Rodrigo Mercado (que acaba de debutar en solitario) ha hecho trampa, y en lugar de seleccionar un disco que le cambió la vida, ha elegido tres… No se lo tendremos en cuenta, pero esperamos que no sirva de precedente a futuros visitantes de esta sección.
Bob Marley
«Uprising»
ISLAND, 1980
Ben Harper
«The will to live»
VIRGIN, 1997
Terry Callier
«Alive»
MR. BONGO, 2001
Lo cierto es que se me hace muy difícil decantarme por un solo disco, por lo que espero que no tengáis problema en que os hable de tres referencias básicas de mi colección. Los discos en cuestión, y por orden cronológico personal,
son: «Uprising», de Bob Marley, «The will to live», de Ben Harper, y «Alive», de Terry Callier. Los tres fueron comprados en la ya extinta Madrid Rock de Gran Vía, en Madrid, y en formato de cedé. Los precios no los sabría decir, no los recuerdo, aunque fueron en pesetas, eso seguro.
Ninguno de ellos fue el primer disco que me compraba, ya llevaba unos cuantos. El «Uprising» de Marley me lo dejó un amigo y me pasé un verano entero escuchándolo sin cuartel. Los otros dos los descubrí por medio de la prensa musical y sin haber escuchado nada (¡eran otros tiempos!): me hice con ellos y fue una muy grata sorpresa.
Lo bueno que tienen los tres, y por lo que los he elegido para escenificar una aportación “vital”, fue que en su momento me descubrieron sonidos nuevos, abriéndome la mente. Lo cierto es que si por algo son mis preferidos es porque me gustan al completo los tres, pero por destacar una canción de cada uno, vamos con estas: ‘Bad card’, del «Uprising», ‘Roses from my friends» de Harper y ‘Ordinary Joe’, del «Alive» de Terry Callier.
Decir que estos álbumes son el mejor de cada artista, es mucho decir, pero en los tres casos sí son mis discos favoritos de ellos, y lo digo teniendo la discografía casi completa de los tres. Son discos que sigo escuchando de vez en cuando y me siguen emocionando como el primer día.
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Anterior entrega de Punto de partida: Carlos Galán y Joaquín Sabina.