«En ese álbum Manu Chao se sublimó como artista y dio con un concepto que le abrió la puerta a toda una escena musical»
Tras codearse con Eliades Ochoa en “Sinvergüenza”, la canción que titula su último trabajo, Muerdo escoge el disco que le cambió la vida a finales de los noventa: el debut solista de Manu Chao, Clandestino. Aquí nos cuenta cómo fue.
Manu Chao
Clandestino
VIRGIN, 1998
Texto: EFE EME.
Detrás de Muerdo está, desde hace catorce años, el artista murciano Paskual Kantero. Y detrás de él, un sinfín de historias, desde la autoedición de su debut, Flores entre el acero (2011), hasta la colaboración que hizo con Luis Eduardo Aute en “Prefiero amar”, o ese salto que dio al otro lado del charco en 2016, para presentar Viento sur en Argentina, Colombia, México y Chile, países que ha seguido visitando regularmente desde entonces, con una carrera a ambos lados del Atlántico. En su último trabajo, Sinvergüenza, se ha acompañado de la producción de Fernando Illán para fusionar el folclore español con el hispanoamericano, una mirada desacomplejada que, probablemente, tenga mucho que ver con el disco que le cambió la vida: Clandestino, de Manu Chao.
«Clandestino de Manu Chao fue para mí un punto de partida, una puerta abierta al mundo, a la posibilidad de viajar sin moverme de casa, una incitación a la mezcla, a la apertura, a la libertad humana y creativa. Uno de esos discos, que no recuerdo como llegó a mí pero que fue totalmente transformador y que todavía hoy sigue siendo un bálsamo», reconoce Muerdo cuando se retrotrae a la escucha de aquel disco, que fue el primer trabajo solista de Manu Chao después de su etapa en Mano Negra.
Aquel trabajo, uno de los discos más desprejuiciados e interesantes de finales de los noventa, fue determinante para Muerdo. «Creo que en ese álbum Manu Chao se sublimó como artista y dio con un concepto que le abrió la puerta a toda una escena musical. A todo un movimiento social. A toda una forma de vida», asegura Paskual. El punto de partida de un estilo, a juicio de Muerdo, demasiado fugaz: «Junto con Buena Vista Social Club, que se publicó ese mismo año, da el pistoletazo inaugural a la demasiado breve era del World Music. Música atravesada por los valores que desde mi punto de vista le faltan a la mayoría de producciones de hoy y con una profundidad humana y social muy contundente». Precisamente, Muerdo cuenta con la colaboración de Eliades Ochoa, de Buena Vista Social Club, en la canción que le da título a su último disco, “Sinvergüenza”.
Clandestino fue, pues, uno de los discos que configuró la manera de entender la música de Muerdo, un artista en constante evolución y movimiento, como se aprecia en sus canciones y en su agenda, en la que destacan sus próximos conciertos nacionales, en Valencia (La Rambleta, 14 de febrero) y Barcelona (Paral-lel 62, Barcelona), pero también su amplia gira internacional con una decena de países a ambos lados del Atlántico. Entre otras ciudades, próximamente pasará por París (La Bellevilloise, 12 de marzo), Ámsterdam (Melkweg, 16 de marzo) o Berlín (Badehaus, 19 de marzo).
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Anterior Punto de partida: David Burgués (La Élite) y Descendents.