«Lo compraría tantas veces como fuera necesario para conservar una copia de lo que sería mi biblia musical, mis principios en la música»
Esta semana, Pablo Martín, el otro cincuenta por ciento de La Tercera República (con el flamante «Por ahora» recién editado), nos cuenta del disco que le cambió la vida: el «Señora Azul» de Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán.
Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán
“Señora Azul”
HISPAVOX, 1974
El disco desde el que se puede detonar mi punto de partida fue muy madrugador. En el 74 yo tenía seis años hasta junio, y siete desde julio. Pasé por la habitación de mi hermano y escuche una entusiasmada acción de «rec-play» en el radio-casete de la casa de mis padres, que por aquel entonces compartíamos con mayor o menor porcentaje todos mis hermanos bajo la tutela de mis padres. Así entraba la música en casa en un principio, y luego tenía la suerte de aprovechar que mis hermanos mayores compraban discos que yo podía disfrutar hasta que pudiera comprar los míos. Radio, tienda, casa, concierto… ese era el recorrido. Aquel día sonaba ‘El vividor’, de Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzman.
Mucho más tarde me entere de que exisían Crosby, Stills, Nash & Young, y ya era demasiado tarde porque este disco ya me lo sabía de pe a pa y de ‘Carrusel’ a ‘Señora Azul’. Y comprendí que siempre existe lo que tú haces nuevo.
La voz rasgada de Juan Cánovas me dejó impresionado, y me descubrió que en España se podía hacer música muy interesante y de alto nivel: ¡aquello era country en español del bueno! Una historia que me hacía ver una peli que para un niño era invivible aún e inimaginable, y esos jovencitos ya cantaban con unos espectaculares coros, que hasta la fecha tampoco había escuchado con esa compenetración, fuerza y belleza.
‘Carrusel’, con su optimismo hippie. ‘Solo pienso en ti’, que se convirtió en un clásico romántico y sugerente. ‘El río’, con Guzmán atrapándome con su voz y melodías bellas y arriesgadas. ‘Don Samuel Jazmín’, contundente, crítica y maravillosamente interpretada. ‘Si pudieras ver’, asesinando la tarde del domingo. ‘Nuestro problema’ enseñándome que quizá me costaría encontrar el amor mucho más de lo rápido que yo lo veía con mi cara de niño. ‘Buscando una solución’, con ese toque positivo y real a la vez que nunca he abandonado. ‘Supremo director’, hablando de lo que hoy pasa hace cuarenta años y sigue vigente. ‘María y Amaranta’ haciéndome ver la belleza en los amores que ni la censura se percató que prohibían sin ningún éxito, gracias al sentido común de esas dos gotas de agua. ‘El vividor’ que nunca dejo de tocar. Y ‘Señora Azul’. ‘Señora Azul’ era oír la crítica mejor cantada y compuesta que no he vuelto a escuchar y de la que sigo aprendiendo tanto, pero diga lo que diga, no podré describirla.
Cuando crecí un poco más, compré otros discos: en el patio del colegio me hice con «The song remains the same», de Led Zeppelin, por ochocientas pesetas, mientras disfrutaba de la banda sonora de «Jesucristo Superstar» con Ted Neely y del «Made in Japan», entre otros muchos, ya que no solo disfrutaba de mis discos, sino que escuchaba todo lo que entraba en casa.
Pero «Señora AzuL» ha seguido ahí: en 2000 compré dos copias en cedé, en el mítico Madrid Rock de Gran Vía: con sus dos hermanos Alcántara heavys, y con un paraíso de dos enormes plantas en las que ahora la gente se pone guapa por fuera y espero que bajen después a la FNAC a añadir un disco, un libro o una peli a su bolsa de compras. No recuerdo el precio, solo sé que lo compraría tantas veces como fuera necesario en ese formato eterno que era el cedé para conservar una copia de lo que sería mi biblia musical, mis principios en la música, que los finales son de otra forma.
Sin duda «Señora Azul» es el mejor disco de la carrera de Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán, y lo escucho tantas veces que ellos se sorprenderían. ¿Se puede hacer uno músico si escucha un solo disco? Sí, incluso se puede hacer un modo de vida, así que, autores: tenemos una responsabilidad muy grande, vamos a hacerlo bien y cuidaremos lo que tenemos.
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Anterior entrega de Punto de partida: Josu García (La Tercera República) y Crosby, Stills & Nash.
