«Si me dedico a lo que me dedico es por ‘The Sun collection’, de hecho, Duncan Dhu era una copia del trío formado por Elvis con Bill Black y Scotty Moore, es decir, un trío de rock and roll sin batería»
Seguimos recuperando viejas entregas de la sección «Punto de partida, en la que los músicos nos hablan del disco que les cambió la vida. Esta semana tenemos a Mikel Erentxun y las primitivas grabaciones de Elvis.
Elvis Presley
The Sun Collection
RCA, 1977
Este álbum de Elvis recopila sus grabaciones de los años 54 y 55 en Sun Records. Me lo compré en 1977 o 1978, debía de ser el segundo o tercer LP que me compraba en toda mi vida y fue una bofetada, nunca había escuchado a nadie cantar como Elvis y ¡todavía sigo sin haber escuchado a nadie cantar como él cantó en esos años! Este disco es la biblia del rock and roll, ahí está la esencia de todo.
Entonces yo tenía once o doce años y me gustaba Elvis, en casa estaba el típico disco suyo, pero esta grabación era otra cosa. Lo compré en San Sebastián, en una tienda que se llamaba Discos Ugarte, del mítico Santi Ugarte, recuerdo que me lo recomendó él. La portada era muy bonita, un dibujo de Elvis cantando con un micrófono en una postura un tanto acrobática, muy de los años 50. Fue llevarlo a casa, poner el primer corte y sentir algo muy especial, pocas veces he sentido algo como lo que sentí al escuchar a Elvis cantar ‘That’s all right (mama)’, que era el primer corte. Si me dedico a lo que me dedico es por «The Sun collection», de hecho, Duncan Dhu era una copia del trío formado por Elvis con Bill Black y Scotty Moore, es decir, un trío de rock and roll sin batería, ésa era la idea original de Duncan Dhu.
Yo tenía un concepto del rock and roll mucho más clásico, conocía ‘Jailhouse rock’ y ‘Blue suede shoes’, pero nunca había escuchado algo así, aquello no era rock and roll, era un cruce entre muchas cosas. Ahora lo razono, pero en su momento no lo supe razonar, era algo simplemente con una fuerza impresionante y lo que más me sorprendía es que no había batería, no entendía que algo sin batería me hiciera moverme. Y, por encima de todo, la pletórica voz de Elvis: ¡tenía 19 años y era impresionante!
«The Sun collection» sabría cantarlo ahora mismo entero, en su momento hasta lo sabía tocar… No puedo destacar ninguna canción, todas me parecen fundamentales. Con el tiempo han salido discos más completos que recogen esa época, hay uno doble que se llama «The Sun sessions», con todas las grabaciones para Sun Records, porque éste sólo lleva, creo recordar, catorce canciones, pero es el que en su momento me golpeó. Me hice fan de Elvis y hasta hoy, este disco marcó mis gustos, mi evolución y mi trayectoria para siempre.
Ahora de Elvis lo que más me gusta es su época de Las Vegas, principalmente entre el 68 y el 72, cuando estaba empezando a ponerse gordo. ¡Y esos directos tremendos en Las Vegas! ¿Quién no ha soñado haber estado en un mítico concierto de aquéllos, cuando daba, menudo disparate, dos al día? La época de Las Vegas, y ese periodo anterior de finales de los años 60, la escucho mucho, reconozco que sigo escuchando un montón a Elvis y tengo que dejar claro que, para mí, su mejor disco es «From Elvis in Memphis»: lo llevo, incluso, en el cartucho de compactos del coche, pero he elegido el de la Sun porque es realmente el que cambió mi vida. Elvis, como los Beatles, no envejece: es como los buenos vinos, con el tiempo mejoran.
[Texto publicado originalmente en EFE EME 52, de octubre de 2003]
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Anterior entrega de Punto de Partida: Jorge Drexler y João Gilberto.