Punto de partida: Marwán e Ismael Serrano

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«No solo me emocionó, también despertó en mí una búsqueda y una forma de componer muy afín a esas canciones»

 

Sin estar muy distanciados generacionalmente, el debut de Ismael Serrano le cambió, literalmente, la vida a Marwán. Él mismo nos explica hasta qué punto le marcó aquel disco, ahora que celebra su vigésimo aniversario en la música.

 

Ismael Serrano
Atrapados en azul
UNIVERSAL, 1997

 

Texto: MARWÁN / EFE EME.

 

Ahora que ven la luz las Canciones para una urgencia (a la venta el 13 de octubre), el disco doble con el que Marwán brinda por sus veinte años en la música con magníficos dúos junto a Andrés Suárez, Jorge Drexler, Rozalén, Pedro Guerra o Miguel Poveda, es buen momento para pedirle al músico que mire hacia sus comienzos e intente dilucidar cómo empezó su camino. Qué disco fue el que le hizo tomar impulso. Qué canciones ajenas le empujaron, literalmente, hasta donde está. Y él, mientras prepara la gira que comenzará el próximo 27 de octubre en Murcia y se prolongará durante 2024 por las principales ciudades españolas, hace memoria y escoge el disco que le cambió la vida: Atrapados en azul, el álbum con el que debutó Ismael Serrano en 1997.

«Mi primer disco seguramente lo compré con 7 u 8 años. En mi casa la música ha sido una constante desde que nací. Siempre hemos sido compradores de músicas y grandes melómanos», cuenta Marwán a Efe Eme. Una melomanía que dio un paso más allá cuando descubrió las canciones de Atrapados en azul. «David, un amigo de mi hermano, sabía que me encantaban los cantautores y que escuchaba compulsivamente a Serrat y Silvio Rodríguez. Se lo dejó a mi hermano para que lo escucháramos y en la primera escucha casi me explota la cabeza». Por eso en octubre de 1997, siete meses después de que el disco viese la luz, se hizo con él. «Lo compré en FNAC, en formato cedé. No era la típica tienda de barrio donde un romántico vendía música porque lamentablemente todas las tiendas de discos de Aluche, mi barrio, desaparecieron con la llegada de los grandes almacenes. Me costó seguramente 995 pesetas». Un precio mínimo para todo lo que le proporcionó ese disco.

«Yo era una persona con una vida interior demasiado intensa y una incapacidad total para evaluar, gestionar y expresar sus emociones. Ese disco fue el big bang para mí. De repente escuché unas canciones de alguien generacionalmente muy cercano a mí, con las mismas inquietudes, miedos, dudas, certezas, ideas, tristezas… ese disco me estaba contando mi vida. Esas letras me mostraban cosas de mí que ni yo sabía expresar y tenía unas canciones bellísimas. “Vértigo” es una canción inigualable sobre el paso del tiempo. Otras como “Amo tanto la vida”, “Papa cuéntame otra vez” o “Un muerto encierras” son auténticos himnos. Es un disco demasiado emocionante», describe Marwán, conectando con todas las emociones que le produjo el disco entonces.

Ahora no piensa que Atrapados en azul sea el mejor disco de Ismael Serrano. «Su segundo disco, La memoria de los peces, me gusta aún más y Principio de incertidumbre, el directo donde reúne sus primeros diez años de carrera, me parece un delirio de belleza», indica. Pero fue el primero que le removió profundamente: «Cuando digo que es un disco que, literalmente, me cambió la vida es porque influyó muchísimo en mi manera de cantar, de componer y de entender el oficio de compositor. No solo me emocionó, también despertó en mí una búsqueda y una forma de componer muy afín a esas canciones».

Por eso sigue escuchándolo de cuando en cuando, y sigue teniendo a su autor muy presente. «En todos mis discos se escuchan ecos de Ismael Serrano. Canciones como “El próximo verano”, “La delicadeza” u otras son una gran muestra de ello», confiesa, sin temor a señalar uno de los rastros que han acabado formando parte de su forma de hacer canciones.

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