«Su voz, su temperamento, su manera de expresarse, todo en ella tenía un magnetismo singular»
Cantaora, compositora y productora, Manva Negra está abriéndose un hueco en la escena musical con su primer elepé, Lucero, que bebe, entre otras referencias, de la mismísima Lola Flores.
Lola Flores
La inimitable
DIVUCSA, 1990
Texto: EFE EME.
«Desde siempre, Lola Flores ha sido una fuente de inspiración para mí. Su manera de abordar la vida, el amor, el desamor, el sufrimiento y la violencia, siempre con una crudeza, autenticidad y verdad inigualables, me impactó desde que era niña. Lola no solo cantaba, relataba historias. Relatos llenos de intensidad, dolor y pasión, y esa capacidad de transmitir con su voz y su interpretación es algo que me conmueve profundamente». Son las palabras de la joven cantaora, compositora y productora murciana Manva Negra, que irrumpió en la escena musical el pasado año, con un epé titulado Deseo, y acaba de alumbrar su primer elepé, el valiente Lucero, en el que, entre otras cosas, denuncia el abuso infantil que vivió de niña.
A caballo entre la tradición y la vanguardia, partiendo de un flamenco con sonoridad moderna, Manva Negra está labrándose un estilo propio, fruto de todo lo vivido y todo lo escuchado. Y en ese camino en busca de sí misma como artista, la música de Lola Flores le acompaña desde la infancia: «Mi madre lo ponía en cada viaje en coche. Lo viví desde ahí, desde la emoción de verla disfrutar cada tema de La inimitable. Para mí esa es la mejor manera de descubrir música: en un ambiente donde se siente y se vive de verdad». Su escucha continuada, siempre de camino a algún lugar, le marcó profundamente: «Fue el disco que llevaba dentro mucho antes de tener la conciencia de comprar música por mi cuenta».
«Crecí con esta música y con Lola como referente. No solo por su talento, sino por su carisma, su energía y su capacidad de interpretar cada historia como si la estuviera viviendo en ese momento», afirma. Una forma de interpretar, de sentir, que se percibe en su propia música, probablemente influida por el carácter artístico de La Faraona: «Lola Flores era única en sí misma. Su voz, su temperamento, su manera de expresarse, todo en ella tenía un magnetismo singular. Cada obra suya es digna de ser resaltada, pero este álbum en particular me tocó el alma. Canciones como «Pena, penita, pena», «A tu vera», «Cómo me las maravillaría yo» o «Tengo miedo» no son solo coplas, son testimonios de vida, y esa manera de narrar la realidad sin artificios me marcó para siempre. En especial, «Cómo me las maravillaría yo» me parece una pieza revolucionaria. En una época en la que nadie hacía algo similar, Lola literalmente creó un rap, mostrando una fusión innovadora que rompió barreras en la música».
«Hay discos que no solo se escuchan, sino que se sienten y se viven, y este es uno de ellos para mí. No sé si es el mejor, pero sí es el que más me ha acompañado a lo largo de mi vida», reflexiona. De ahí que su escucha prolongada le haga interesarse por ciertos géneros: «Últimamente estoy explorando la copla y, después de un tiempo sin escucharlo, he vuelto a conectar con este álbum de una forma nueva, más profunda. Ahora lo entiendo desde otra perspectiva, desde el punto de vista de alguien que también escribe y cuenta historias».
Mientras va haciendo su propio camino, construyendo su identidad musical y preparando la gira de su debut en elepé, Manva Negra sigue bebiendo de sus referentes, algo que se desprende de su garra como cantaora y se palpa también en los relatos que escribe y canta: «Lola Flores es para mí una fuente inagotable de aprendizaje. Su interpretación, su espontaneidad, su manera de sentir la música y trascender más allá del cante, todo eso me ha influenciado. Además, la escritura de este disco me dejó una huella imborrable. A mí me apasiona contar historias y sumergirme en ellas, y creo que la forma en la que este álbum está construido es excepcional».
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Anterior Punto de partida: David Burgués (La Élite) y Descendents.