Maez, el joven cantautor murciano que anda abriéndose paso con su primer EP, el exquisito “A short version of what I am supposed to be”, a la espera de llegada del primer largo nos cuenta que el debut de José González le cambió la vida.
José González
«Veneer»
IMPERIAL, 2003
Lo conocí en el periodo en el que viví en Edimburgo, que es cuando salió el anuncio aquel tan bonito que hizo famoso al disco, con la canción ‘Heartbeats’, en el que salían las calles de San Francisco cayendo sobre ellas miles de pelotas de colores; anunciaba el televisor Sony Bravia. Un amigo se hizo con el disco y me grabó una copia en CD. De todos modos, cuando escuché el álbum no había visto todavía el anuncio, así que lo oí bastante libremente, sin prejuicios, porque a veces hay gente que solo escucha el tema de un anuncio y no el resto del disco. Pero yo lo escuché entero y lo que primero que pensé es que es el tipo de música que yo hubiese hecho de ser un virtuoso de la guitarra, porque creo que supone una muy buena mezcla de complejidad sin pasarse y de virtuosismo sin pasarse, pero tratado con una sencillez que me parece genial.
Es un disco que me enseñó que con muy poco se puede hacer mucho: con una guitarra, una voz y un pie –que se oye el pie dando golpecitos, marcando el ritmo ligeramente–, se puede hacer muchísimo, se puede hacer un discazo que, además, le llega a muchísima gente. Con ese disco, González quedó marcado como el artista que es ahora, con tanto prestigio, con tanta calidad. No es un músico muy conocido, pero sí de culto.
Las canciones que más me gustan de «Veneer» son ‘Hints’ y ‘All you deliver’. Pero es un disco que continúo escuchando, y muy a menudo, además. Es uno de los discos que más he escuchado y que más sigo escuchando: en Spotify ya no me dejan oírlo de tanto que me lo he puesto.
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Anterior entrega de Punto de partida: José Manuel Casañ (Seguridad Social) y los Clash.