Punto de Partida: Llorente y Duncan Dhu

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«Me impactaron las melodías, las letras y, sobre todo, la rotundidad y protagonismo de las guitarras acústicas»

 

Óscar Llorente, alma mater de la banda zaragozana que lleva su apellido —Llorente— ha tenido claro hasta dónde viajar para encontrar el disco que le cambió la vida. Él, experto y artesano en el oficio de crear canciones, con tres álbumes a sus espaldas y un puñado de temas que han puesto banda sonora a películas como Abriendo ventanas, 40 días o 25 veces un sueño, confiesa sentir predilección por uno de los pilares discográficos de Duncan Dhu. Él mismo nos lo cuenta.

 

Duncan Dhu
El grito del tiempo
GASA, 1987

 

Texto: ÓSCAR LLORENTE / EFE EME.

 

Hasta el tercer álbum de estudio de Duncan Dhu se transporta Óscar Llorente, alma mater de la banda zaragozana bautizada con su apellido, para dar con su “punto de partida” musical. Así es como recuerda el músico llegar hasta él: «Supe de él a través de algún programa musical de televisión española de entonces. Posiblemente Tocata o de Rockopop. Bufff…. Qué maravilla de programas. Modo nostalgia ON. Yo debía tener 11 o 12 años cuando me hice con él. En la calle principal de Reinosa (Cantabria) hay una tienda de relojes, aparatos electrónicos… llamada Bazar Canarias. ¡Aún existe! En el escaparate siempre había una docena de discos. Después de mucho insistir, conseguí que mis padres me compraran allí esa cinta de casete de Duncan Dhu. Costó alrededor de 1.000 pesetas y fue bien amortizada porque la escuché cientos de veces tanto en casa como en el coche. Fue el primer disco que tuve de “música adulta”. Hasta entonces lo único que escuchaba eran las cintas de grupos infantiles como Parchís, Regaliz o Los Payasos de la Tele».

El giro sonoro que El grito del tiempo supuso para Óscar, siendo tan solo un niño, fue abismal. Un tiempo de descubrimiento y despegue musical que asocia a estas canciones del grupo donostiarra y que tan especiales continúan siendo para él: «Me impactaron las melodías, las letras y, sobre todo, la rotundidad y protagonismo de las guitarras acústicas. Muchas de las canciones no llegan a tres minutos y ahí cabe todo sin sobrar nada. Hay mucha variedad en el disco. Escuchaba los catorce temas del tirón sin aburrirme. Es un disco coherente, original, donde se intuye mucho amor por la música y por la búsqueda de canciones hermosas. Me gusta el disco en su conjunto, pero contiene maravillas como “En algún lugar”, “El sentido de tu canción” o “Una calle de París”. Curiosamente, en un verso de la primera canción publicada por Llorente, llamada “La camiseta del 92”, hay un verso que habla sobre «la cinta de una calle de París» en claro homenaje a este disco de Duncan Dhu y a todo lo que significó para mí».

Al preguntarle si considera que este pueda ser el mejor trabajo de Duncan Dhu, Óscar responde lo siguiente: «Sería atrevido decir que es el mejor disco de Duncan Dhu, porque Mikel Erentxun y Diego Vasallo han firmado un buen puñado de los mejores hits de la historia de la música pop en castellano. Lo que puedo decir es que para mí El grito del tiempo es el más especial y una puerta que me hizo escuchar música de otra manera». Además, afirma rotundo Óscar, que lo sigue escuchando a día de hoy: «Es mi DeLorean particular para viajar a ciertos momentos y lugares. Siempre pienso que debería hacer alguna versión de alguna de las canciones menos conocidas de este discazo».


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