«Era una obra absolutamente conceptual, de solo tres temas, pero me sorprendió totalmente porque dibujaba una nueva frontera, una forma distinta de hacer las cosas, me parece que no se podía tocar más y mejor»
Asfalto vive una nueva vida, con Julio Castejón al frente, de quien recuperamos el Punto de partida que con él publicamos hace unos años y en el que nos contó que un disco de Yes le cambió la vida.
Yes
«Close to the edge»
AMG, 1972
En 1974 acababa de venir del servicio militar, me había pasado quince meses y no estaba muy al tanto de los discos que habían salido, y Enrique Cajide, el que sería batería de Asfalto, me dijo que tenía que escuchar «Close to the edge», y cuando lo oí me noqueó. Era una obra absolutamente conceptual, de solo tres temas, pero me sorprendió totalmente porque dibujaba una nueva frontera, una forma distinta de hacer las cosas, me parece que no se podía tocar más y mejor. Encima, se podía proyectar todo el grupo y eso que eran grandes instrumentistas que lograban música de una belleza apabullante. Si coges ‘Close to the edge’, la canción, en los cuatro primeros minutos no entiendes nada, es un ejercicio de confusión, pero que a mí me transmitía tantas cosas. Todo desemboca en la parte central, en ese órgano de iglesia. Me proyectaba unas imágenes tremendas.
Es un disco que oía y oía y no me cansaba, no me aburría, cada vez descubría algo nuevo, me parecía imposible que se pudiera tocar así. Los textos en aquel momento no los entendía, más bien los intuía. Era una obra un tanto onírica que me fascinó.
Es cierto que en mi caso lo suyo habría sido escoger un disco de los Beatles, porque, claro, creo que «Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band» crea una inflexión brutal y además muy meritoria, porque es un grupo que lo tiene todo, que está haciendo música comercial que se vende por todas partes y sin embargo se pone a buscar nuevos sonidos y a quebrar todas las expectativas. A todos nos sorprendió, pero entonces yo era muy joven y no valoraba la música con el criterio que lo haría años después y a mí conque pusiera Beatles, ya me gustaba. Así que no fui crítico. En realidad, ya en 1971 empecé a escuchar a Deep Purple y a bandas que hacían rock progresivo, se empieza a hablar del rock sinfónico, aqí que cuando esccuhé «Close to the edge» lo puse, y los puse, y lo volvía a poner…
Pero no fue una influencia para mí, nunca he podido tocar a ese nivel ni he tenido una banda para tocar así. Yo tengo una comunión muy buena con Jorge Banegas (asfalto), que también se había desarrollado como músico de rock progresivo, y le pasaba lo mismo que a mí, que le habían entusiasmado los Beatles y luego no se había perdido ninguno de los peldaños de esa escalera: y lo cierto es que en «Al otro lado» (1979), los dos nos unimos para grabar el disco más progresivo de Asfalto. Pero no creo que después Yes haya marcado mi trayectoria a la hora de componer o de enfrentarme a las grabaciones.
He seguido a Yes hasta la actualidad, ahora me siguen pareciendo unos músicos extraordinarios que se siguen divirtiendo mucho tocando y me gusta verlos felices, aunque ya no me suenan tan frescos.
[Texto publicado originalmente en EFE EME 59, de junio de 2004.]
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