«En este disco Paul Simon nos demostró excelencia en la capacidad de crear una armonía divina para el oído, entre culturas»
Jenny and The Mexicats, la banda experta en fusionar el pop y el rock con raíces de cumbia, bossanova, flamenco y todas las músicas del mundo que se les ponen por delante, regresaban a la actualidad en mayo —tras tres años sin publicar material— con un nuevo single, “Call me”. Con cuatro discos a las espaldas, entre los que destacan Mar abierto (2017) y Fiesta ancestral (2019), se han consolidado como una de las formaciones más destacadas en la integración de estilos y la multiculturalidad sonora. Embarcados estas últimas semanas en una imponente gira por Estados Unidos y México, Jenny Ball, la cantante y trompetista del grupo, encuentra un momento para hablarnos del disco que le cambió la vida.
Paul Simon
Graceland
WARNER, 1986
Texto: JENNY BALL/ EFE EME.
Nacida en Londres, pero con su carrera desarrollada entre México y Madrid, Jenny Ball comenzó en la música coqueteando con varios estilos, entre ellos el rap. Sin embargo, cuando debe rebuscar entre todas sus influencias —que son múltiples y variadas— para dar con ese disco que le cambió la vida, lo tiene claro. El elegido ha sido Graceland, el séptimo álbum de estudio de Paul Simon, un trabajo que triunfó en las listas de Reino Unido y Estados Unidos en 1986, y que llevó hasta el Grammy, un año después, al músico estadounidense.
Así fue cómo Jenny llegó hasta él: «Ya lo había escuchado gracias a la colección de discos que tenían mis padres, pero después me lo compré yo en cedé. Sin embargo, este no fue el primer disco que compré, el primero fue Wannabe, de las Spice Girls, y lo hice en casete. ¡Pero prefiero hablarles de Graceland!, confiesa.
«Este disco fusiona música americana con sonoridades sudafricanas. El propio Paul Simon lo produjo. Melódicamente, sónicamente y rítmicamente hablando es interesante y Paul Simon, quien ha escrito muchas canciones pegajosas durante su carrera, aquí nos demostró excelencia en la capacidad de crear una armonía divina para el oído, entre culturas», describe. Y si tiene que destacar algo sobre este elepé, tampoco duda: «Me encantan los bajos movidos y las guitarras africanas. Además, el conjunto de su voz con las voces del coro es mágico».
«Sigo escuchando este disco todavía y recomiendo «Diamonds on the souls of her shoes». Paul Simon ha tenido una gran carrera con muchos álbumes publicados y no podría asegurar que este sea el mejor de todos ellos, pero tiene algo especial», concluye Jenny.
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