Punto de Partida: Javier Calequi (Calequi & Las Panteras) y Prince

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«Creo que es uno de los mejores discos de su carrera, sin duda. Se adueñó de un color, creó un lenguaje, alter egos, una película…»

 

Director artístico y guitarrista de Jorge Drexler. También autor, productor y multiinstrumentista que, desde hace tiempo ya, emprende su propio vuelo al frente de su proyecto personal, Calequi & las Panteras, junto a Laura Revuelta y Luisa Corral. Así ha dado vida a dos epés, El pacífico furioso y El demonio de labios rojos, también a un álbum de estudio autoproducido, Gualicho, publicado en 2021; aunque el segundo ya está al caer, pues tiene previsto que vea la luz el próximo otoño. Mientras tanto, Javier Calequi, argentino de nacimiento pero afincado en Madrid desde hace más de quince años, continúa imparable. Desde el pasado mes de marzo anda inmerso en un ciclo de conciertos llamado Cinco martes para amarte, que concluirá el 18 de julio en la madrileña sala El Sol con un directo con el que busca homenajear a Prince junto a otros artistas internacionales. No es de extrañar, por tanto, que cuando le preguntamos por el disco que le ha cambiado la vida, escoja, precisamente, uno suyo. Él mismo nos lo cuenta.

 

Prince and The Revolution
Purple rain
WARNER, 1984

 

Texto: JAVIER CALEQUI/ EFE EME.

 

Javier Calequi recuerda perfectamente cómo supo de la existencia de este disco, el sexto en la carrera de Prince y el segundo con su banda The Revolution: «Un amigo con quien me juntaba a tocar tenía un reproductor impresionante desde el cual, en cada intervalo, nos poníamos a escuchar su amplia colección de música. Nunca había escuchado a Prince, pero mi amigo me conocía y empezó por mostrarme una canción que sabía me iba a atrapar, “The beautiful ones”. La armonía, la oscuridad del sonido, el cambio armónico en el estribillo, la interpretación… Me acababa de golpear una piedra extraterrestre en la frente».

Estos son los motivos por los que Purple rain llegó a su vida para quedarse: «Creo que lo que tuvo, y aún tiene de especial, es la recompensa que generan las ganas de escuchar y descubrir a medio largo plazo. Si bien es música pop, las canciones están repletas de arreglos y sonidos que hay que ir desmenuzando. Es un universo musical único y muy especial, interpretado por muchos/as de los grandes músicos/as del siglo veinte».

Sin duda, tenía que ser suyo y así fue cómo se hizo con él: «Lo compré a principios de los noventa en una tienda de discos en Buenos Aires (extinta como tantas otras) llamada Musimundo. Recuerdo que los precios en aquel entonces estaban en dólares. Estábamos a diez años de lo que fue el “apocalipsis económico” que, finalmente, aterrizó en Argentina en 2001, todo parecía marchar bien por aquel entonces… El precio del cedé fue de dieciocho dólares/pesos y tuve que rogarle a mi abuela que me prestara cinco porque estaba obsesionado con volverlo a escuchar, pues el sonido del casete que tenía copiado no le hacía justicia».

«No fue el primer disco que compré y, por una cuestión más de economía que de ganas de tener una buena colección de “plásticos brillantes” en mi repisa, no llevaba una gran cantidad en mi haber. Recuerdo que el primer disco que compré con mi dinero fue Doubt, de Jesus Jones, y quedé impresionado con la calidad y la claridad del audio. Pensé: “Necesito tener toda mi música en este formato. Claramente no veía venir el streaming», matiza riendo Calequi, y añade: «Creo que es uno de los mejores discos de su carrera, sin duda. Se adueñó de un color, creó un lenguaje, alter egos, una película. Puso a una ciudad fría y desconocida en el centro de la escena musical del mundo».

A la pregunta de si lo sigue escuchando con asiduidad a día de hoy, contesta rotundo:
«Por supuesto que lo sigo escuchando. El otro día encontré la grabación de la toma original de la canción de “Purple rain” y no lo podía creer (os animo a buscarla en YouTube). Esa canción ganadora de miles de premios, interpretada por miles de artistas, fue grabada en un pequeño local de Minneapolis con la presencia de doscientas fans que la escuchaban por primera vez y que no se imaginaban lo que se avecinaba en el “Reino Púrpura”. Algo impensado hoy en día».

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