“Un buen día, un amigo me puso en su casa ‘Jesucristo García’ y me explotó la cabeza. Esa mezcla de lenguaje barriobajero y poesía, esa forma tan elegante de cagarse en todo, en fin, que me enamoré y me compré el cedé ‘Rock transgresivo’”.
Reconoce que ya era algo mayor cuando empezó a apreciar de verdad la música, y a primera vista, el disco que le cambió la vida no tiene mucho que ver con la música que él hace, pero le dejó huella, y seguro que escarbando, se encuentra. El Kanka nos habla del primer largo de la banda de Robe Iniesta.
Extremoduro
“Rock transgresivo”
AVISPA, 1989
Texto: EL KANKA.
Curiosamente, a mí no me interesaba la música en mis primeros años de instituto. Había escuchado algo que ponía mi padre en el coche y tenía mis preferencias, pero no me ponía a escuchar música voluntariamente. A día de hoy no sé cómo podía vivir así, pero así fue hasta los 16 años más o menos. Aún no sabía tocar la guitarra, ni sabía nada de la vida, ni dónde tenía la cara.
De hecho, lo que primero me llamó la atención del mundo de la música no fue la música, sino las letras. Concretamente, las letras de Extremoduro. Recuerdo que mis amigos de entonces cantaban: «Me revuelco por el suelo y me revienta la polla, de pensar en ti, me desangro y riego mi jardín». Claro, era para que te llamase la atención, ¿no? Ja, ja, ja…
En fin, digamos que el señor Iniesta ya se había ganado mi curiosidad con creces, y un buen día un amigo me puso en su casa ‘Jesucristo García’ y me explotó la cabeza. Esa mezcla de lenguaje barriobajero y poesía, esa forma tan elegante de cagarse en todo, en fin, que me enamoré y me compré el cedé “Rock transgresivo”.
Fue, si no recuerdo mal, en una tienda Tipo que había en el centro de Málaga (creo que ya no existe), y, de hecho, esa tienda se convirtió a partir de ahí en visita obligada casi semanalmente a pillar discos, incluso los que me llamaban la atención solo por la portada.
En fin, a raíz de ese disco me convertí bastante a la religión del rey de Extremadura y me compré todos los discos que había hasta el momento y de hecho a día de hoy sigo escuchando tanto los discos antiguos como los nuevos, los he seguido en un montón de conciertos y creo que de alguna manera es una influencia fuerte para mí. A partir de Extremoduro conocí a Rosendo, a Platero y Tú y su posterior escisión en Fito y los Fitipaldis, y supongo que una buena serie de grupos más. He cantado canciones de todos ellos con la guitarra española en las pachangas, e incluso a día de hoy tengo en Youtube y hago en directo un cover de ‘So payaso’ con ukelele.
De manera superficial, podría decirse que Extremoduro no tiene nada que ver conmigo, ya que es diametralmente distinto en sonido, estilo musical e incluso en estilo poético, pero he sido gran admirador, he aprendido a tocar la guitarra con sus temas, he escudriñado de cerca sus melodías y he bebido mucho en general de esas aguas. Fue mi punto de partida y me ha acompañado hasta ahora, así que estoy seguro que hay algo de ellos en lo que hago.
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Anterior entrega de Punto de partida: Jesús Redondo y Supertramp.