Punto de Partida: Ekain Elorza (Morgan) y Dut

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«Es muy probable que este disco sea el que me convirtiese en un obseso de los repertorios y del orden de estos en los discos, me parece algo importantísimo»

 

Dut
Askatu korapiloa
ESAN OZENKI, 2000

 

En plena gira de presentación del nuevo álbum de Morgan, Hotel Morgan, Ekain Elorza, batería de la banda, nos habla del disco que lo cambió todo para él: el tercero de los vascos Dut.

 

Texto: EKAIN ELORZA / EFE EME.

 

«Lo compré en una pequeña tienda de discos que había en Durango (Vizcaya) llamada Diskabi. Llevaba mucho tiempo esperando su salida y, seguramente, lo compré el mismo día que llegó a la tienda, algún día de marzo del año 2000. Por aquel entonces, el vinilo estaba casi extinto y solo lo editaron en formato cedé digipack y creo que pagué unas dos mil quinientas pesetas por él.

Tuve mucha suerte por ser el pequeño de cuatro hermanos, pues ellos compraron la mayoría de los discos que escuché en mi infancia; pero este en concreto es uno de los primeros que compré para mí, fue una de mis primeras aportaciones a la colección de discos de mi casa. Por aquella época ya llevaba unos años tocando en bandas y mis compañeros de grupo, al ser un poco mayores que yo, me enseñaban muchos discos y grupos que yo no conocía, entre ellos estaba Dut. Me flipaban sus dos primeros álbumes, pero con este tercero me explotó la cabeza. Por primera vez vi claro que se podía hacer música innovadora, inspiradora e increíble aquí, en mi pueblo, y con los medios que teníamos disponibles a nuestro alcance, sin tener que irnos a la otra parte del mundo; eso causó un fuerte impacto en mí. Es un disco que me encanta de principio a fin y una de las cosas que más me gusta es el orden en el que están las canciones. Es muy probable que este disco sea el que me convirtiese en un obseso de los repertorios y del orden de estos en los discos, me parece algo importantísimo y este álbum es perfecto en ese aspecto. No hay más que escuchar cómo están enlazadas las tres primeras canciones para entender lo que digo, y no sería capaz de elegir unas canciones sobre otras porque perderían el sentido.

Lo sigo escuchando y, cada vez que lo hago, me reafirmo en mi creencia de que es uno de los mejores discos hechos jamás en el País Vasco. Me gustaba tanto o más que los que escuchaba en aquel momento de grupos extranjeros de éxito mundial, me hizo darme cuenta de que la música es mucho más cercana y accesible de lo que pensaba, y que no tenías que ser una persona tocada por una varita mágica para hacer música que inspirase y emocionase a gente. Fue el camino a pensar en que yo también podía hacer buenos discos en un futuro, y aquí sigo, estoy intentándolo».

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