«Más cerca de una película que de un concierto en diferido»
El próximo 23 de julio se emite en streaming el show que Nick Cave interpretó, a solas con su piano, en el Alexandra Palace de Londres. Juanjo Ordás ya lo ha visto y adelanta algunos detalles del espectáculo.
Texto: JUANJO ORDÁS.
En EFE EME hemos podido ver en exclusiva el concierto londinense de Nick Cave que se emitirá en streaming el próximo jueves 23 de julio ¡y no sabéis lo difícil que es tratar de explicaros lo emocionante que es sin reventar sorpresas! El show, llamado Idiot prayer: Nick Cave alone at Alexandra Palace, nos muestra al autor con el único acompañamiento de su piano recorriendo toda su discografía o, siendo más exactos, desde Your funeral… my trial (1986) hasta Ghosteen (2019), incluyendo Grinderman, aunque en algunos discos no haya parada y realice descartes sorprendentes de algunos. Hay canciones populares de su repertorio (hits, por decirlo de alguna manera) y otras extraídas del fondo del armario, todas conmovedoras, os lo aseguro.
Es de suponer que este concepto nace de las actuaciones Q&A que Cave lleva haciendo desde hace un tiempo, en las cuales combina canciones a solas frente al piano con preguntas del público a las que responde. En Idiot prayer: Nick Cave alone at Alexandra Palace no habla, nadie pregunta, lo que hay son veintiuna canciones sobre las que Cave vomita su alma una y otra vez. Se le ve comprometido con todas y cada una de ellas. Realmente, estamos más cerca de una película que de un concierto en diferido.
Todo comienza con las imágenes del tráiler que hace unas semanas se lanzó. Con el autor haciendo un breve recitado y encaminándose hacia un gran espacio donde le espera su piano, con páginas llenas de letras y acordes que irá tirando al suelo según vaya terminando su ejecución (como hace en sus conciertos) e incluso apoyándose en una curiosa libreta también colocada por encima de las teclas. Arranca con “Idiot prayer” y allá vamos. No hay pausa. Como decía, es difícil explicar un concierto —o película— tan cool y con tanto contenido sin chafar el visionado del próximo jueves. Mantengamos el misterio al máximo, pero contemos alguna cosa más. Una canción de Grinderman (2007) y otra de Henry’s dream (1992) sufren una alucinante reconstrucción que les sienta muy bien y que llamará la atención, dos de los momentos más conmovedores llegan de la mano de “Waiting for you” y “The mercy seat” (no penséis que se resiente, al contrario: pone los pelos tan de punta como en su feroz versión habitual). También aparece una pieza nueva titulada “Euthanasia” y, aunque como decimos el recorrido es amplio, el repertorio se decanta hacia The boatman’s call (1997). Es pura lógica: aquel fue el disco en el que el músico exploró a fondo la intimidad por vez primera.
El tono es íntimo y muy artístico. Las cámaras van cambiando su ubicación y la iluminación varía en función de la canción. La calidad es altísima, igual que respecto al sonido. Nick no es un pianista virtuoso, sino contundente, sabe perfectamente lo que sus canciones y voz necesitan y todo es recogido con rigurosidad. Los que queráis verlo, podréis hacerlo el 23 de julio si adquirís las entradas aquí.