LIBROS
“Un hecho le ha llevado a recuperar esas vivencias: la pasión que siempre le movió y que todavía retiene”
Emilio J. López
“¡Ponte ya a bailar! Mis años de revuelta mod con Los Elegantes”
CHELSEA
Texto: XAVIER VALIÑO.
Tenía que ser un músico. Nadie como otra persona del gremio podía confiar en las habilidades de un colega para revisar en un libro sus vivencias, sus pensamientos, sus creaciones. La editorial Chelsea, dirigida por Alejandro Díez Garín (más conocido como Álex Cooper, líder de Cooper y Los Flechazos) lleva desde hace unos años editando libros de Fran Nixon, Xoel López, Jorge Martí (La Habitación Roja), Fernando Pardo (Sex Museum), Joaquín Felipe Spada (Los Fresones Rebeldes), Joaquín Rodríguez (Los Nikis), Jaime García Soriano (Sexy Sadie), Nani Castañeda (Niños Mutantes), Isa Fernández Reviriego (Aries), Adolfo Díaz (Airbag), Pat Escoín (Lula) o Jonathan Vidal (Suzy & Los Quattro).
El último hasta el momento en gozar de la confianza del Álex editor ha sido Emilio J. López, cantante, compositor, guitarrista y uno de los fundadores de Los Elegantes, puede que el grupo antecedente directo del sonido que el Álex músico viene haciendo desde mediados de los 80, que parte de los postulados mods para llegar más allá. De hecho, Emilio titula su libro acudiendo al término: “Mis años de revuelta mod con Los Elegantes”.
A Emilio se le descubre aquí, para quienes no hayan (hemos) tenido la suerte de tratarle, como un tipo cercano y afable, desmitificador pero consciente de su papel en la música que se hizo en este país en los primeros 80. Su primer párrafo lo constata claramente haciendo referencia a que en el colegio donde estudió de pequeño “entré párvulo asustado y salí mod y del Atlético de Madrid. La cosa pudo haber sido peor”.
Ese tono desenfadado continúa a lo largo de sus breve doce capítulos (cada uno titulado con el nombre de una de las canciones del primer álbum de Los Elegantes), en un libro que no es una autobiografía suya ni tampoco una biografía del grupo, sino que toma algunas vivencias y anécdotas de ambas para convertirse en algo distinto. A partir de sus canciones, sus compinches y compañeros, los discos que grabaron o sus viajes con sus respectivas paradas gastronómicas, Emilio J. López recuerda aquellos años vividos intensamente, sin que nadie salga malparado, omitiendo incluso los nombres de algunos de los protagonistas para evitarles un mal rato.
Sus historias se acompañan de las ilustraciones del artista valenciano Álex Barbarroja, una portada diseñada por Pepe Perandones, un prólogo de Juanjo de la Iglesia y una parte final en la que se recogen un buen montón de fotografías, carteles, discos y recortes de prensa que dan idea de la relevancia que en su día tuvo Los Elegantes y lo bien que se lo pasaron sus componentes.
Emilio se confiesa en este libro más cercano al ideario punk que al rocker (y revive algunas de aquellas escaramuzas entre mods y rockers de esos años), habla de la música negra como catalizadora de buena parte de los grupos que se movían entonces en esas coordenadas, contagia las sensaciones que sentía al subirse a un escenario (“encender tu amplificador en la sala Rock—Ola, comprobar el intenso brillo rojo del piloto, era una sensación única, emocionante, transformadora”), reconoce algunos plagios que su grupo cometió en su día y recuerda, entre otros pasajes igualmente absorbentes, la muerte de Canito (batería de Los Secretos), quien fue atropellado justo a su lado en un arcén de la N-VI.
Todo ello viene motivado por un hecho que es el que claramente lo ha llevado a recuperar esas vivencias: la pasión que siempre le movió y que todavía retiene. Él mismo señala una frase —que bien podría ser el epicentro de este libro y de su vida— como la primera sensata de toda su vida: “Un poco de pedagogía de cazador de vinilos y libros, de animal de rito báquico a quien le repugna la obediencia mental, las bajas maquinaciones y está acostumbrado a ir cuesta arriba; no dejes nunca que nada te aparte de lo que te conmueve, te sacude por dentro, te emociona y te hace mejor”.
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Anterior crítica de libros: “Te están robando el alma”, de Ian Svenonius.