Coincidiendo con el concierto de los Rolling Stones en Madrid, la editorial Anagrama ha publicado en España la biografía no autorizada de Mick Jagger del periodista británico Philip Norman.
Durante la presentación en Barcelona, Norman afirmó que mientras que en John Lennon [Norman también es autor de una biografía del beatle] todo era real, sentido y sincero “por loco que fuera”, en el caso de Jagger “todo es falso, como un acto de contrabando, aunque lo bueno es que es tan interesante lo falso como lo genuino”.
Y añadió: “Es muy irónico que los Beatles se consideraran en ese momento un ejemplo de pureza, mientras se veía a los Stones como un grupo sórdido, depravado y decadente, porque no lo eran. Fue Oldham quien los convirtió en una especie de enemigo público”.
Mick Jagger, según Norman, está obsesionado por el dinero y el sexo, y fue el primero en convertirse en “una especie de director general de un grupo de música” y en “empezar a vender con mucha determinación lo que representaban”, al tiempo que “es quien inicia el patrocinio comercial de las bandas, empezando a hacer caja de forma descomunal”.
La nota de prensa de Anagrama, presente le libro de este modo: “Philip Norman nos muestra al más notorio –y sin embargo enigmático–, de los iconos del rock, como alguien mucho más complejo que el frío e insaciable seductor de la mitología pop. Y nos cuenta por fin la historia verdadera de cómo Andrew Oldham, ese Svengali del pop, transformó a un tímido estudiante de economía en el moderno anticristo. O el papel heroico –y jamás publicitado– que desempeñó Jagger en el festival de Altamont, donde los alegres años sesenta encontraron un horrible final. O el desfile de hermosas mujeres, desde Chrissie Shrimpton hasta Jerry Hall, con las que se ha acostado pero no siempre dominado. Y la prolongada y creativa pero siempre tormentosa colaboración con Keith Richards, su «Glimmer Twin».
Y también encontramos aquí el tardío reconocimiento de Jagger como compositor. Para Norman, «Simpathy for the Devil» es una de las pocas canciones épicas del pop. Y descubrimos que era un notable intérprete de armónica, a la altura de los grandes maestros del blues, que inspiraron a los Stones antes de que ellos encontraran en el dinero su principal fuente de «Satisfaction».”