Continúan los problemas para Phill Rudd, batería de AC/DC, quien hace unos días, en su comparecencia ante un juez, se declaró inocente de los cargos de amenazas de muerte y posesión de drogas. Esta semana Rudd fue detenido en la localidad de Tauranga, Nueva Zelanda, por pelearse con un testigo y con su propio guardaespaldas.
Rudd se encontraba en un café cuando amenazó a un exguardia de seguridad, testigo en su caso. Según declaró a medios locales el propietario del café, cuando al oír ruido en el interior de su local salió a ver lo que ocurría, “pensé que un tipo grande estaba tratando de abusar de un viejo [Rudd]. Pero entonces me di cuenta de que era el hombre viejo el que trataba de pelear con el tipo grande”. Según testigos, Rudd, casi tocando con su rostro el del “tipo grande”, le amenazaba a gritos. Este le pedió que retrocediese y le dijo: “No quiero romperte la cara”. Finalmente, el batería acabó en el suelo de un empujón y a continuación se avalanzó sobre el otro. El guardaespaldas de Rudd intervino en ese momento para separarlos, pero esto no le gusto al músico y la emprendió a puñetazos y patadas con él. Al final el guardaespaldas le dijo: “Ya no trabajo para ti”.
Después Rudd volvió al local a recoger la cosas que se le habían caído durante la pelea y “dirigiéndose a los clientes dijo ‘nunca os involucréis con la mafia’”. La policía detuvo a Rudd –momento que fue recogido por cámaras televisión– y lo llevó ante un juez que modificó las condiciones de su libertad bajo fianza, prohibiéndole el consumo de drogas.