«PJ Harvey es una gran artista, pero estoy mosqueada, porque me roba constantemente la imagen y el vestuario. Cuando la conocí, parecía una vulgar rockera de Los Ángeles»
La vocalista británica, que comenzó su carrera trabajando con David Holmes, publicó hace unos meses su segundo álbum, «Notes on: Death», confirmación definitiva de su talento, todavía objeto de culto minoritario pese a las comparaciones con Billie Holiday. Eduardo Guillot habla con ella para descubrírnosla.
Texto: EDUARDO GUILLOT.
Es prácticamente desconocida en nuestro país, pero posee dos discos sublimes, »Notes on: Love» (2005) y «Notes on: Death» (2010), que le han servido para hacerse un hueco en la escena folk anglosajona, aunque Petra Jean Phillipson dio sus primeros pasos cantando en discos de marcada inclinación electrónica.
Oficialmente, empezaste cantando con Freestylers y la Free Association de David Holmes. ¿Habías hecho algo previamente?
Ya tenía una batería y un órgano a los cinco años. Y mi primera banda, a los siete. Siempre he querido cantar y componer. Mis padres se conocieron en un club de jazz, así que en mi casa siempre sonaba música. Al terminar los estudios, comencé a trabajar en instalaciones sonoras, y en 2002 firmé un contrato editorial que me puso en contacto con los Freestylers. Ha sido la única vez que he trabajado con gente que no conocía, y la sesión fue tan impersonal que no he vuelto a hacer nada similar. Me dije que solo colaboraría con gente que me guste.
¿Fue así como llegaste a David Holmes?
En aquella época, yo cantaba con Martina Topley Bird [Massive Attack, Tricky], y David estaba produciendo una de sus canciones. Me escuchó, me pidió el teléfono y me llamó cuando puso en marcha Free Association.
Has cantado con Natalie Imbruglia o The Beta Band. ¿Eras vocalista profesional?
Las colaboraciones siempre han sido fruto de la amistad. Soy amiga de Rich Greentree [The Beta Band], y cuando Steve Mason amenazó con dejar el grupo, me propusieron que le sustituyera. ¡Una locura! En el caso de Natalie, el bajista de Free Association estaba trabajando con ella y necesitaban una voz como la mía.
¿Y Marianne Faithfull?
Fui de visita a los estudios Mayfair, en Primrose Hill, donde grabé mi primer LP, y ella estaba trabajando en el disco “Before the poison”, con PJ Harvey. Mi voz acabó fuera de las mezclas finales, pero fue toda una experiencia sentarme con Marianne y escucharle contar por qué le había pedido a PJ y a Nick Cave que le compusieran canciones: «Ya sabes», decía, «cuando llevas tanto tiempo en esto como yo, ya no te queda nada sobre lo que escribir».
Has trabajado con artistas cercanos a la electrónica, pero en solitario has buscado otros caminos. ¿Cuáles eran tus objetivos cuando grabaste tu primer disco, “Notes on: Love”?
Quería hacer algo tan hermoso y atemporal como me fuera posible, buceando en el jazz antiguo y las grabaciones soul. Lo que me gusta de la música acústica es que permite escuchar el carácter del autor, cómo interpreta. Encontré que había cierta fascinación en mi trabajo por continuar explorando la noción de psique en “Notes on: Death”. ¿Qué fuerza reside en la música que nos permite trascender el dolor de existir? ¿Qué es el alma?
¿Se puede considerar “Notes on: Death” como la otra mitad de tu primer disco?
No lo definiría así, aunque es la continuación de mi cuestionamiento de la vida. Respondí a lo que necesitaba saber con “Notes on: Love”, y necesité preguntarme por Dios. ¿Quién es? ¿Existe? ¿De quién son las voces que oigo? ¿Por qué el ser humano es capaz de tantas atrocidades?
“Notes on: Death” está separado en dos partes, Noir y Blanc. ¿Por qué?
Mis pensamientos iban dirigidos al cielo y el infierno, la luz y la oscuridad. Quería distinguirlos con claridad. Y lo que me quedó claro después de grabarlo es que para mi es imposible la una sin la otra, las dos exiten conjuntamente.
Simon Tong [The Verve, Gorillaz] juega un papel importante en tus discos. ¿Cómo decidiste trabajar con él?
Nos conocimos a través de un amigo común al que invité a Free Association. Estaba trabajando con The Verve en unas maquetas. De inmediato tuve química componiendo con Simon. No hablamos mucho, pero nos sentamos juntos y las canciones surgen con facilidad, aunque la mayor parte de «Notes on: Death» las he escrito por mi cuenta.
Te comparan con Billie Holiday. ¿Admites su influencia?
No la había escuchado hasta que empezaron las comparaciones. Me siento cerca de Sarah Vaughan, Aretha Franklin y Dinah Washington. Me encantan las vocalistas de jazz y las mujeres que cantan desde el corazón, como Edith Piaf. Me identifico con su necesidad de expresar su dolor interior.
También relacionaría tu música con Diamanda Galás, especialmente en la parte Noir. ¿La conoces?
Tengo que escucharla con atención, pero sé que es una performer muy reconocida.
¿Te sientes cerca de PJ Harvey?
Es una gran artista, y la conozco, pero estoy mosqueada, porque me roba constantemente la imagen y el vestuario. Cuando la conocí, parecía una vulgar rockera de Los Ángeles.
¿Y de Joanna Newsom?
Es un gran talento de una nueva forma de concebir el folk, así que imagino que existen ciertos paralelismos.
Precisamente, la tendencia es situarte en territorio folk, pero creo que el término no define la complejidad de tu propuesta. ¿Qué opinas?
No me hace feliz que se me catalogue como artista folk, pero cuando la haces pública, tu música deja de pertenecerte, y me interesa la visión que otras personas tengan de ella. Me ayuda a saber si he hecho un buen trabajo y he sido capaz de comunicar mis ideas con claridad o no. Si lees las definiciones de folk que ofrece el diccionario, es evidente que no se corresponden con lo que hago. Siempre me he considerado una artista de blues alternativo, pero esa sección no existe en las tiendas.
Grabas en tu propio sello. ¿Un modo de mantener la indepedencia?
Siempre he sido mi propio jefe. Acceder al mainstream significa convertirse en un producto manufacturado. Su único objetivo es vender discos. El mío es plasmar mi visión artística con integridad.
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Desde aquí puedes acceder a la web de Petra Jean Phillipson.