Este verano Bob Dylan invitó a Wilco y a My Morning Jacket a su gira “AmericanaramA”. Según confiesa Jim James, de My Morning Jacket, en “Rolling Stone”, ni él ni su banda llegaron a conocer realmente a Dylan, a pesar de que interpretaron juntos varias canciones a largo de la gira. En ningún momento llegaron a cruzar una sola palabra. El encargado de dirigirse a ellos fue el bajista de Dylan, Tony Garnier, que les informaba de qué canciones iban a interpretar y cómo iban tocarlas.
“Bob realmente no estaba cerca. Nunca hablamos con él una sola vez. Él no confraterniza, lo que está bien y es comprensible… o es poco comprensible. No lo sé”, dice James.
Cuando recibieron la invitación, los miembros de My Morning Jacket, emocionados, empezaron a hacer castillos en el aire: “Todo el concepto de la gira, supuestamente, iba a ser una supercolaboración. Esperábamos que íbamos a sentarnos alrededor de la fogata con Dylan a las dos de la madrugada y venga, ‘¡Mañana a versionar todos ‘Desire’!’. Hicimos todos esos castillos en el aire”.