La del pasado domingo, 18 de diciembre, fue una tarde muy especial: Peret visitó la sala Matisse de Valencia para participar en «Las charlas de Efe Eme» y la armó. La magia brotó desde el escenario, pero es que su capacidad para encandilar al público es algo fuera de lo común, casi de otro planeta. Y lo hizo conversando con Juan Puchades, mientras iba comentando con gracia algunos aspectos de su carrera y salpicaba la entrevista con explicaciones (casi como en una master class) de los secretos de la rumba catalana, de las palmas, del ventilador, del ritmo, dejando claro (por si había dudas) que lo suyo nació del rock and roll y del mambo.
Además, por supuesto, interpretó a lo largo del diálogo algunas de sus canciones más emblemáticas, con la única compañía de su guitarra ventiladora, arrancando con esa «Ave María Lola» con la que inició su carrera discográfica y dejando alguna perla como «Caballero soy», que (¡sorprendentemente!) nunca antes había interpretado en vivo, todo un regalo para el público asistente (fascinado durante todo el íntimo espectáculo). Desde luego no faltaron ni «Amor a todo gas’, ni ‘Borriquito’, ni ‘Gitana hecichera’, ni ‘El Mig Amic’, ni ‘Saboreando’ ni un ‘Chaví’ completamente desnudo de sus apabullantes arreglos originales, ni rarezas como ‘100.000 ladrones’, ni por supuesto ‘Una lágrima’ (con tramos cantados en italiano), ni estremecedoras lecturas de ‘Apenas si soy cantor’, ‘El jilguero’ y ‘Los ejes de mi carreta’ (de Atahualpa Yupanqui, que últimamente toca en directo pero que no ha grabado). La charla-concierto, con Peret entregado y encantado con el público, desbordó todas las previsiones y superó de largo las dos horas y media de duración. Con un gigante como Peret, de solo 76 años, todo es posible.
Fotos de LIBERTO PEIRÓ.