Pensamiento mágico, de Disciplina Atlántico

Autor:

DISCOS

«Canciones que parecen aproximarse al posrock, pero también a la cadencia slow, a la psicodelia y al detallismo progresivo»

 

Disciplina Atlántico
Pensamiento mágico
RECORDS DEL MUNDO, 2021

 

Texto: SARA MORALES.

 

Sucede a veces que el sonido se come sin piedad a las palabras escritas y cantadas. Y lo hace sin atraganto, sin languideces, sin contemplación. Pero esto no ocurre porque las letras carezcan de sentido, pues en el quinteto que da vida a Disciplina Atlántico los versos sobrevuelan las ideas perfectas de una contemporaneidad que nos atañe a todos. Sin embargo, es esa forma de hacerse oír, con ese noise crudo cuando toca y sutil en ocasiones, ese sorbo en la pócima post punk bien digerido y su gusto por el ruidismo noventero, lo que engulle y atrapa de un modo tan sobrecogedor que no haría falta mucho más.

Con todo y con eso, la voz de Ricar cumple su cometido. Una guía a la sombra que no está de más, acechando verdades, inquietudes y tormentos de la nueva era mientras la distorsión lo atraviesa y lo ilumina todo en un canto sonoro que se explica a sí mismo. El combo preciso de guitarras, bajo y batería envuelve en papel de regalo a una lírica que no hace más que aportar realismo e inclemencia a lo que ya suena solo y además muy nítido a pesar del caos aparente. Y es precisamente en los temas más corrosivos, como «Bo e Isabel» y «Escapar del karma», los encargados además de abrir y cerrar el disco, y también los más sublimes del pack, donde brillan los de Madrid con sus claras intenciones por avivar el recuerdo y la nostalgia en una transformación de energía que pasa de la furia a la melancolía con gracia y solvencia.

Mientras tanto, ocho cortes que nos adentran en las vicisitudes del mundo y nuestro papel en él, como individuos solitarios pero a la vez hermanados en eso que nos une al tiempo que nos separa. El desarraigo, la incredulidad, el escepticismo y la decepción campan a sus anchas en canciones que parecen aproximarse al posrock, pero también a la cadencia slow («Caminos y carreteras»); a la psicodelia y al detallismo progresivo. Y vuelven a ser las secciones instrumentales de intros sugerentes como las de «Combate de cosechadoras», «Animales salvajes» y «Autoengaño y felicidad» donde todo estalla como la génesis y el armagedón de este disco, pero que también podrían serlo de un día nuestro y, por qué no, del propio mundo.

El sexo, el humor y las emociones terrenales se encuentran en pasajes como «Lotería nacional Drácula», en la contundencia de «Los ojos», en el poso melódico de «El culto del humo azul» y en la tristeza con sonrisa de «El fantasma», cuatro apuntes que terminan de redondear un trabajo, el tercero ya de Disciplina Atlántico, que pone de relieve la calidad sonora y las buenas ideas de las que goza nuestra escena.

Producido por Leo Mateos y Ojo, grabado antes de la pandemia, mezclado durante la misma y lanzado al mundo en estos tiempos impredecibles e inesperados, Pensamiento mágico, se alza como una propuesta más que tentadora para seguir atravesando las nubes de estos tiempos con algo de lucidez.
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Anterior crítica de discos: Flock, de Jane Weaver.

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