Patti Smith ha escrito un artículo en el semanario “New Yorker”, en recuerdo de Lou Reed. Era domingo por la mañana, Patti Smith había ido a la playa. “Me quedé allí un rato, seguía la trayectoria de un avión que volaba bajo, cuando recibí un mensaje de texto de mi hija, Jesse. Lou Reed había muerto. Me estremecí y respiré hondo. Recientemente, lo había visto en la ciudad con su esposa, Laurie, y había sentido que estaba enfermo. Un cansancio ensombrecía su brillo habitual. Cuando Lou dijo adiós, sus ojos oscuros parecían contener una tristeza infinita y benevolente”.
Lou Reed y Patti Smith se conocieron en 1970, en el Max’s Kansas City, donde actuaba The Velvet Underground. Años después, el mismo escenario acogió a Patti Smith, Lenny Kaye y Richard Sohl. “Lou solía parar a ver lo que estábamos haciendo. Un hombre complicado, animaba nuestros esfuerzos, entonces cambiaba y me provocaba como un colegial maquiavélico”.
“Lou llevó la sensibilidad de las artes y las letras a su música. Fue el poeta de Nueva York de nuestra generación, defendiendo a los inadaptados como Whitman había defendido sus trabajadores y Lorca a sus perseguidos”, dice Patti Smith.
Mientras lloraba junto al mar, le vino la imagen del barco de “la letra de su gran obra maestra, ‘Heroin’. Imaginé que lo esperaba bajo la constelación formada por las almas de los poetas a los que tanto deseaba unirse”. Luego, “busqué el significado de la fecha, 27 de octubre, y encontré que era la de los cumpleaños de Dylan Thomas y Sylvia Plath. Lou había elegido el día perfecto para zarpar, el día de los poetas, el domingo por la mañana, el mundo detrás de él”.