Esta semana se ha subastado en Londres uno de los mitos del rock, la guitarra Fender Stratocaster negra que Jimi Hendrix supuestamente quemó en el escenario del festival de Monterrey en 1969.
Hendrix, que quería superar a Pete Townshend, guitarrista de los Who, que horas antes había destrozado su instrumento ante el público, estuvo tocando con su guitarra favorita, una Stratocaster negra, pero no quería perderla, así que, segundos antes quemarla, dio el cambiazo por una de menos valor.
Finalmente la Stratocaster salvada de la quema acabó en manos de James Wright, ejecutivo de la discográfica de Hendrix, que es el que esta semana la subastó y obtuvo por ella 237.000 libras, que no está nada mal.
