Van Halen
“Van halen III”
Warner/WEA, 1998
Texto: JUANJO ORDÁS.
¿Tan malo era un disco como “Van Halen III”? A día de hoy habría que señalarlo como un trabajo simplemente mediocre, con un puñado de muy buenos temas, por mucho que en su día fuera ninguneado por público y crítica. Ciertamente, había razones para atacar el disco, unas cuantas de hecho. Un nuevo vocalista realmente irritante como era el Extreme Gary Cherone, un título que hacía estúpida referencia a dos obras cumbres de la banda (el primer y segundo disco del grupo, ni más ni menos) y lo más importante de todo, el disco se editaba pocos años después del frustrado intento de reunión con David Lee Roth, la voz original del grupo. Por si fuera poco, hacía muy poco que el grupo de los hermanos Van Halen había prescindido de los servicios de Sammy Haggar como cantante, por lo que Cherone se enfrentaba a los fans del primer y segundo frontman de la banda, como si medirse con ellos no fuera ya de por sí problemático.
Así, siendo justos, también hay que puntualizar. Cherone hizo un muy buen trabajo en las voces, pese a quien pese. Además, en directo cambió un tanto sus maneras y resultó menos excesivo y cargante que de costumbre. Es importante entender “Van Halen III” como si se tratara del primer trabajo de una banda nueva, así se disfrutará de medio disco cargado de muy buenas melodías y de momentos brillantes, aunque su mitad esté llena de mediocridad. Y es que esta nueva encarnación de la mítica banda americana no bebía ni de sus orígenes junto a Roth ni de su etapa comercial junto a Haggar. El inicio con la instrumental ‘Neworld’ no es anecdótico, parece ser que Eddie Van Halen realmente tenía intención de iniciar una nueva y prometedora era junto a Cherone, aunque cuando el disco no caló entre los fans no dudó en finiquitar su sociedad.
‘Without you’ fue un buen single de presentación, tenía un sonido potente, unas guitarras al estilo Van Halen y un estribillo muy melódico, era, en definitiva, un tema perfecto para las emisoras de radio. Eso sí, Cherone trataba de cantar en la misma textura que Haggar, dando con un híbrido entre su propia personalidad y la del ex socio del grupo. ‘One I want’ abría nuevas estructuras para la banda, siendo un extraño reagge que disfrutaba de un estribillo bastante rockero y un puente perfecto para que Cherone demostrara su garra. Igual que la emotiva y dramática ‘From affar’, quizá el mejor tema de todos los incluidos, en el que la banda suena compenetrada, trabajando realmente en equipo. Y es que, por mucho que en el futuro las peleas y los divorcios se volvieran la norma, aquí todos parecían remar en la misma dirección, incluyendo al eficiente bajista Michael Anthony (hoy en día sustituido por el hijo de Eddie) y, lógicamente, al otro capo del grupo, el hermano y batería Alex Van Halen. Entre medias se quedaba ‘Fire in the hole’, cuyas estrofas no parecían demasiado estructuradas aunque su estribillo funcionara y disfrutara de una guitarras llenas de Groove por parte de Eddie.
Tiene su lógica que una canción como ‘Dirty water dog’ no llegara al alma de los seguidores, pues no tenía la fuerza esperada y suena descafeinada cuando podía haber dado mucho más, especialmente gracias a su buen estribillo, aunque comparado con lo que le seguirá sea un gran tema. Uno de los puntos más flojos del disco era la balada new age ‘Once’, que no solo quedaba fuera de lugar, sino que aportaba unas programaciones que afeaban muchísimo una canción que no era precisamente explosiva. Claro, que peor aún era ‘Josephina’, con Eddie Van Halen a las voces principales dando forma a la peor canción que Van Halen haya grabado jamás. Y es que parece que la segunda parte del disco quedó reservada para las peores canciones que la nueva formación había compuesto, embarrando el contenido completo de un disco que pierde toda su fuerza a partir del meridiano y que e srematado por ‘Ballot or the bullet’ (que podría haber sido una correcta cara-b) y la tediosa balada ‘How many I say’.
Así pues, una de cal y otra de arena. “Van Halen III” no pasará a la historia como un buen disco (evidentemente no lo es), aunque podría haber sido un EP de buen nivel, aunque sin esa horrenda portada, claro.
–