“Su espíritu pop está más marcado que en ningún otro trabajo de la banda y está planteado prácticamente como un disco conceptual sobre los viajes y el amor”
Los Marañones
“Shangri-La”
ALKILO DISCOS, 1999
Texto: EDUARDO IZQUIERDO
En 1999 unos Marañones integrados por Miguel Bañón, Joaquín Talismán, Román García y Pedrín Sánchez publicaban el que iba a ser el séptimo disco de su carrera (sexto si no contamos su álbum en vivo), y que tomaba el relevo de “Matando el tiempo”, publicado un par de años antes. Además iba a suponer el último trabajo antes de un paréntesis que les llevaría a no volver a editar ningún LP hasta 2004, con “El mundo al revés”, y un cambio de formación, ya que Talismán dejaría la banda en 2000 para centrarse en su carrera en solitario.
“Con “Shangri-La” ocurría otro tanto. Daba igual que saliera entonces o mañana. No son discos que estén marcados por el sonido de una época”, aseguraba Román García en una entrevista a Murcia Rock. Y daba en el clavo. “Shangri-La” es un disco de los noventa que no suena a noventa. Su espíritu pop está más marcado que en ningún otro trabajo de la banda, ni anterior ni posterior, y está planteado prácticamente como un disco conceptual sobre los viajes y el amor. Aseguraba Miguel Bañón en la web Actualidad Musical que en este álbum habían conseguido “plasmar más lo que pretendíamos gracias a la experiencia y a la constante revisión de lo que somos y hacemos”.
El inicio con la canción que da título al larga duración ya es toda una declaración de intenciones. Un tema adictivo, que camina entre el pop y el rock, con influencias del Merseybeat, de los Kinks y del blues. Una melodía prácticamente perfecta y una inspiradísima letra viajera hacen el resto. Eso sí, canciones como ‘Mis mejores casetes’, ‘Cuando quieras regresar’ o ‘Espío a mi vecina’ no le andan a la zaga y convierten el álbum en una de las cumbres creativas de la banda murciana.
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