“Ahora que el britpop es un fenómeno del pasado y que ya no se exigen obras maestras ni a Blur ni a Oasis (entretenidísima batalla la suya, por cierto), a lo mejor hay que admitir que nadie tuvo paciencia con ‘Be here now’”
Oasis
“Be here now”
CREATION, 1997
Texto: JUANJO ORDÁS.
Es cierto que «Be here now» no tenía canciones tan redondas como los dos primeros discos de Oasis, pero llegar justo después de ellos le perjudicó enormemente, porque las expectativas eran altas. Demasiado altas, de hecho.
Ahora que el britpop es un fenómeno del pasado y que ya no se exigen obras maestras ni a Blur ni a Oasis (entretenidísima batalla la suya, por cierto), a lo mejor hay que admitir que nadie tuvo paciencia con «Be here now». Porque decir que el disco era bueno es quedarse corto, en realidad era notable. Noel Gallagher era uno de los pocos compositores integrales del britpop. Damon Albarn contaba con Graham Coxon, Brett Anderson tuvo a Bernard Butler primero y a Richard Oakes y Neil Codling después, pero Noel estaba solo. Liam se limitaba a cantar siendo él el auténtico tótem de Oasis. Sí, Liam tenía la personalidad vocal, pero Noel era Oasis en un porcentaje mayor que su hermano, siendo fundamental para la existencia de la banda. De hecho, el talento residía en él mucho más que en cualquiera como la comparativa entre sus discos solistas y los de Beady Eye han demostrado tras la disolución de Oasis (quienes estoy seguro se van a reunir de aquí a cinco o diez años).
La ventaja de «Be here now» es que hoy día está menos sobado que sus hermanos mayores. También que su producción es más atrevida con Owen Morris encargándose de tal labor junto al mismo Noel. Así, el disco suena un poco más vanguardista y menos clásico de lo habitual. Atención al sonido que se aplica a las baterías y a unas guitarras que hacen daño, apreciándose la influencia de Neil Young y Crazy Horse. No en vano, acabarían incluyendo una versión suya en el directo «Familiar to millions».
Es fácil recordar los sencillos populares (aunque menos que antes) ‘D’ya know what I mean’ y ‘Stand by me’, francamente buenos, pero también hay que prestar atención a ‘Be here now’, con el silbato más vacilón desde Primal Scream y ‘Don’t go away’, una de las mejores baladas britanicas de aquellos años y que nadie recuerda.
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