Metallica
Load
VERTIGO, 1996
Texto: JUANJO ORDÁS.
Lo que ocurre cuando una banda de un género especialmente exigente a nivel físico crece es que o bajan revoluciones o desaparecen. El metal, en todas sus variantes, precisa de una fortaleza física que el blues o el rock and roll sencillamente no necesitan. No hablamos ni de energía, ni entrega, ni (muchísimo menos) de calidad, sino del paso de la edad. Charlie Watts podrá tocar durante mucho tiempo más la batería en los Rolling Stones que Joey Jordison en los extremos Slipknot.
Tras un disco como el Black álbum, Metallica debían meditar su siguiente paso. Reduciendo la carga metálica de sus canciones, se habían acercado al rock duro mientras despachaban canciones sobresalientes como “Enter sandman”, “Sad but true” y la multimillonaria balada “Nothing else matters”. La intensa gira de apoyo al disco negro había sido larga y tras un merecido descanso era hora de regresar a la actualidad.
Load fue el disco con el que regresaron y gracias al cual comenzaron a correr ríos de tinta en la prensa especializada internacional. A primera vista lo que más llamó la atención fueron las excelentes fotos promocionales, firmadas por el magnánimo Anton Corbijn, las cuales mostraban a la banda con el pelo corto, con maquillaje en el caso de algunos de sus miembros y con ropas que les alejaban del atrezo metálico para acercarse a la boutique pop. Hoy en día puede parecer una tontería, pero en 1996 la parroquia del género podía tomarse un corte de pelo como una afrenta (¡del maquillaje mejor ni hablar!).
Todo se disparo aún más con la salida del primer single y su correspondiente vídeo, “Until it sleeps”, una canción sutil de estrofa delicada y estribillo brutal pero, ¡oh!, era un medio tiempo sin doble bombo ni rapidísimos solos de guitarra. Se trataba de Metallica tratando de crecer, fusionando su propio sonido con el de sus contemporáneos grunge Alice in Chains y los míticos Black Sabbath, algo que pocos parecieron comprender. La actitud de la banda había cambiado, bien cierto es que perdieron parte de la autenticidad que siempre había en su discurso, pero cuando su nuevo trabajo se editó, todo ello debió haberse dejado a un lado para valorar un disco tremendo.
Load era puro rock, con acercamientos a otros pero rock al fin y al cabo, batiendo las antedichas influencias para crear música de sello propio. ¿Pensaban Metallica ampliar su rango de público y llegar definitivamente a las masas? Claro, aunque dicho paso también implicaba avanzar hacia la leyenda, hacia la historia musical más allá de los géneros.
Centrándonos en el disco, resulta interesante cómo pudieron dotar a un álbum tan variado de unidad. El sonido que el productor Bob Rock había conseguido era lujoso, pero no menos lujosas eran las canciones. Las complejas estructuras de Metallica eran abandonadas para centrarse en la esencia pura de la canción. Así, el grupo americano se acercó al country con la emocionante “Mama said”, al pop con “Heroe of the day” y a sonoridades alternativas en la sublime “Wasting my hate”, estilos vetados hasta entonces en el seno de la banda que, ahora, podían encajar con su nueva actitud. ¡Y todas eran grandes canciones! Facturando incluso piezas como “2×4” que era casi un booggie de carretera. Evidentemente también había rock duro en Load, rock potente pero sin la furiosa velocidad de antaño aunque con sobrada energía. Piezas como la inicial “Ain’t my bitch” era lo más rápido que había en el disco, ganando espacio las piezas más pesadas y contundentes como “King nothing”, “Thorn within” o la muy Black Sabbath “Bleeding me”.
Tras Load llegarían las críticas por parte del gremio periodístico y de los fans, pero el grupo siguió llenando estadios. Aun así tomaron nota y poco a poco volvieron a endurecer su propuesta hasta llegar al notable Death magnetic. Pese a todo, Load siempre será el disco rockero de Metallica, aquel al que acudir para disfrutar de un exquisito plato guitarrero, bien fundamentado que muchos no supieron disfrutar. La actitud de una banda y sus interés monetarios poco importan si el trabajo está bien hecho, y Load está muy bien hecho.