Jimmy Page & Robert Plant
Walking into Clarksdale
ATLANTIC/WARNER, 1998
Texto: JUANJO ORDÁS.
Cuando Jimmy Page y Robert Plant decidieron crear conjuntamente nuevas piezas musicales, el mundo entero pensó que se trataba del regreso de los míticos Led Zeppelin. Su último encuentro dio forma a Unledded–No quater, un monumental LP en el que recreaban viejos temas de su ex banda añadiendo arreglos arábigos e hindúes. Dentro de esa dicotomía, los dos músicos decidieron olvidar su legado para dar vida a nuevos temas que partirían de sus intereses musicales antropológicos. Quizá esta decisión no fuera del agrado de aquellos que esperaban con ansias un regreso a los sonidos del ayer, pero el guitarrista y el vocalista no estaban interesados en revivir ecos de los setenta. Así, lo que produjeron fue una obra un tanto difícil de digerir, que se movía entre escarceos ambientales y exóticos sonidos folklóricos, pero que a día de hoy suena estupendamente, incluso moderna. Sería muy interesante poder escuchar las maquetas que antecedieron al álbum, en las cuales Page y Plant trabajaron sobre loops programados que reproducían bases rítmicas orientales. Así es como fueron creados los primeros temas que darían forma a Walking into Clarksdale, un disco en el que la ambientación y dimensión sonora mandaban sobre los riffs, donde la esencia de la canción se anteponía a clichés rockistas. Apenas había indicios de la dorada época del Zeppelin más allá de la personalidad de sus autores, aquí lo que se buscaban eran nuevas vías de expresión, no revisionismos.
En el resultado final, sí es cierto que la vertiente folklórica quedaría un tanto diluida frente a la búsqueda de climas sónicos, aunque es la conjunción de ambos conceptos lo que convierte a este LP en un trabajo de sonido y dinamismo particular. Desde la misteriosa portada, se nos invita a formar parte de un viaje etéreo, de claroscuros, perfecto para concentrarse en la estructura y textura de cada canción. No hay espacio para la meditación, sino para el disfrute de un viaje que requiere atención. El ritmo bailable de «Most high», la explosiva «When the world was young» o la vigorosa «Sons of freedom» conviven en armonía con la melancólica «Heart in your hand», la épica «Once upon a golden horse» y la majestuosa «Please, read the letter», que el bueno de Plant ha tenido el gusto de recuperar recientemente.
A partir de este trabajo, Page se recluiría en hacer brillar mediante distintos y atractivos productos la herencia de Led Zeppelin y Plant continuaría explorando satisfactoriamente todo lo que ya se había esbozado en Walking into Clarksdale, desde la cultura tribal con su maravilloso Mighty rearrenger hasta la emotiva sutilidad en su reciente aventura junto a Alison Krauss.