“El grupo graba este trabajo en un excelente estado de forma musical y que José Ignacio Lapido, su letrista principal, se encuentra en un momento de gracia”
091
“El Baile de la desesperación”
ZAFIRO, 1991
Texto: EDUARDO IZQUIERDO.
Difícil supone para un servidor, fan incondicional de la banda granadina, quedarse con uno de sus discos de cara a rescatarlo para el público que poco o nada sabe de los cero, y también para los que siguieron su carrera de cabo a rabo. Con los primeros me corroe la responsabilidad de despertarles el interés hacia una de las bandas más grandes de la historia del rock patrio. Para los segundos la responsabilidad se convierte en obligación de descubrirles algo nuevo de un disco que probablemente se sepan de pe a pa. Difícil misión a la que se suma esa inicial imposibilidad de quedarse solo con uno de sus discos. Al final opto por la vía de en medio. Me quedo con el álbum que contenía la canción que más cerca les llevó a ser un superventas y más les acercó al gran público (‘La vida qué mala es’) y me limito a recomendar que se pinchen un par de veces el disco. Creo que con eso será suficiente para que queden atrapados para siempre. Si encima les apetece leer cuatro líneas sobre él, ahí van.
Quinto disco de la banda que lideraban por derecho propio los hermanos García Lapido (José Ignacio y Víctor) junto a José Antonio García “El Pitos”, a los que se sumaban Tacho González y Francisco Cabello, encargado de sustituir a Antonio Arias. Cuatro espléndidos discos con suerte diversa pero siempre discreta preceden a este «El baile de la desesperación», publicado por Zafiro en 1991. Álbum con single claro, con esa citada ‘La vida qué mala es’ que los colocó en los saraos de medio país y con pocas fisuras en el resto de canciones. Producido por Juan Miguel Cobos el disco suena crudo y rudo, cercano a lo que suponía ver a la banda en directo, y contiene joyas como ‘La canción del espantapájaros’, ‘Un camino equivocado’, ‘El lado oscuro de las cosas’ o el propio tema que da título al trabajo y que resume a la perfección el sonido guitarrero con dejes punk de la banda.
Cuentan que este el disco de madurez de 091, pero se me hace difícil vislumbrar por qué este conjunto de canciones es más maduro que «12 canciones sin piedad» (1989) o «Debajo de las piedras» (1988). Lo que se me hace más evidente es que el grupo graba este trabajo en un excelente estado de forma musical y que José Ignacio Lapido, su letrista principal, se encuentra en un momento de gracia que iba a seguir manteniendo a lo largo de toda su carrera con letras inspiradas, mordaces y cargadas de ironía. Lástima que igual que reza ‘Este es nuestro tiempo’, segundo tema del disco, se ahogaron en la orilla después de mucho nadar.
Anterior entrega de Operación rescate: “Celebrity skin”, de Hole.