Chacho
Chacho
LP: EMI REGAL, 1970
VALOR: 9 Euros
Una sección de VICENTE FABUEL.
Leyeron bien, precio 9 Euros. Valía, innumerable. Valor y valía, que nadie se lleve a engaño y aprenda del saber popular: todo necio confunde valor y precio. Discos raros, inencontrables, prácticamente invisibles, puedes tirarte tras ellos media vida rastreándolos en vano y cuando un día soleado tropiezas por fin con él, dispuesto a no reparar en gastos… pulir tu hacienda… tirar la casa por la ventana, allí te lo ves desangelado al pobre, falto de cariño en el cajón de saldos, ignorado durante años y aún así dispuesto a hacer feliz a la desinteresa ONG del primer corazoncillo que lo rescate. Avergonzado pagas esa cantidad simbólica indigna de su categoría y ya es tuyo, todo tuyo. Un momento inolvidable que siempre recordarás. Discos como éste de Chacho, el segundo LP de este catalán del Portal, probablemente el rumbero que atesora los secretos menos aireados de la rumba catalana.
A pesar de ser coetáneo de Antonio González y Peret, la carrera de Chacho, bautizado Josep Maria Valentí, en modo alguno resultó tan exitosa. Probablemente le sobraba físico para ello (un cierto aire al actor Sancho Gracia que aún no le ha abandonado, así como una innata elegancia en el vestir) pero ni la voz rasposa como una lija, ni sus escasas dotes para la sonrisa lograron impulsar una carrera de apenas una década (1966-76) a la que tampoco ayudó mucho que el rumbero fuera pianista. Género mayormente juerguista, bailón y festero, un rumbero taciturno y “cool” que encima no tocaba la guitarra nunca llegó a competir en igualdad de condiciones. Bueno, este rumbero con mayúsculas llegó hasta donde llegó y no es cuestión de lamentarlo más, cierto es que mantiene su prestigio intacto, que volvió hace nada y en condiciones sobre un escenario en el II Certamen Neocalorrismo del 2008 en Barna, y que ustedes pueden encontrar a razonable precio su atractiva discografía en cualquier parte menos en los museos y las grandes superficies. Eso sí, vinilo, no CD.
Mejor si empiezan con éste, por ejemplo, titulado solo con su nombre (Regal 20.319), para qué poner más. Acertada elección por caché, historia y porque además contiene su pieza mas reconocida últimamente por los nenes psicodélicos, la percutante «Bum-bum», atrevida rumba-beat del gran Alfonso Santisteban (que junto a Felipe Campuzano y el propio Chacho, los tres pianistas, componen lo mas lozano del álbum) y que en deslumbrante clip aparecía toda ella en el único film, Con ella llegó el amor (Ramón Torrado, 1969), que nuestro invitado llegó a protagonizar en sus mejores años. Pueden continuar el recorrido, en parecida cotización, similar dificultad y misma (y garantizada) satisfacción acercándose a estos otros LPs del rumbero bautizados sin mucho mayor miramiento: Rumbas (Regal, 1968); Chacho y sus rumbas (Discophon, 1973) y Chacho (Ariola, 76). Discos intensos y sentidos (y eso no es nada habitual en el género) en los que además del ventilador de su piano, el chulo de Chacho coquetea con finura y elegancia con la bossa y hasta con el boogaloo. Y a pesar de lo comentado, clase a raudales extraída permanentemente de la gabeta de saldos. ¡Spain is different! No se dude, la rumba mas “cool” responde por Chacho.
