En su blog, Diego A. Manrique se hace eco de una entrevista “empaquetada con forma de clase magistral” en la que Billy Corgan avisa de que “que se acabó la época de los grupos que encarnaban a una generación, capaces de saltar al mainstrean”. Según Corgan si “eres el nuevo Kurt Cobain. La comunidad de Pitchfork abraza tu primer disco. Tu discográfica se entusiasma ya que eso es una plataforma de marketing. Pero en el momento en que entras en ese mundo, date por jodido”.
Sobre la obsesión de Corgan con “Pitchfork”, Manrique afirma que “ese portal musical no es la causa de los problemas de la música pop; en todo caso, un síntoma de los problemas. Mejor dicho, de los cambios de hábitos que ha traído la digitalización. Podríamos hablar de la fragmentación de una oferta inmensa, de la aceleración de los descubrimientos (y los desencantos), de la multiplicación de jueces y jurados, de la tendencia al aislamiento”.
Sobre el ambiente musical de Chicago, en el que se desenvuelve Corgan, Manrique añade, “Hace tiempo que no paso por allí pero recuerdo que era la escena más venenosa del Planeta Rock. Todos se odiaban, nadie tenía una palabra amable para sus convecinos, todos conspiraban contra todos”.
Desde aquí puedes acceder al artículo de Diego A. Manrique “Nunca veremos unos nuevos Nirvana”.