–A ver, señores, presten atención. ¿Cómo andamos de rock chileno? ¿Qué grupos conocen ustedes de allí? …Usted, el cincuentón con camisa de leñador y barba poblada, díganos.
–A mediados de los años 70 tuve un vecino chileno y me puso algunas cosas de Los Blops, el grupo con el que grabó Víctor Jara El derecho de vivir en paz…
–Pero, ¡de qué se ríen! Un poco de respeto, caballeros, que ese disco es una maravilla –como todos los del gran Víctor Jara, añadamos– y Los Blops un grupo estupendo. Pero, díganos, ¿algo más?
–Pues… Recuerdo que mi vecino me ponía LPs de un grupo que se llamaba Congreso… Y alguna cosa más… pero ha pasado tanto tiempo, y luego el hombre cambió de casa cuando su mujer se fugó con un psiquiatra argentino que vivía en el tercero… Y ya no supe más del rock chileno… Ni de mi vecino.
–Bien, no está mal, pero quizás alguien conozca algo más moderno… ¿No…? Usted, el de la perilla y las gafas de pasta, ¿hay algo que quiera comentar en voz alta con todos nosotros?
–Sí, le decía a mi compañero que yo tengo un par de CDs de Tiro de Gracia, son de principios de este siglo, salieron en España, pero no he vuelto a saber nada de ellos.
–Ah, eso está muy bien, un grupo de hip-hop. ¿Alguien conoce algo más? ¿No? Pues sepan que hay grupos estupendos como Tryo, Al Otro Pueblo, Los Vibradores –qué decir de un grupo que tiene una canción titulada «Los Vibradores regresan desde el infierno tras sellar su pacto para conseguir fama, chicas y eterno rock n’ roll»–, Cuantiosos Daños Morales, Niño Problema, Holograma o Juanitamela… Ustedes se preguntarán cómo sabemos todo esto, pero la cosa tiene truco: Todos los grupos citados son de la región de Valparaíso, en el oeste chileno, y están recogidos en un valiosísimo disco virtual que lleva por título Valparaíso rock! En él se presenta a nuevas bandas, de todos los géneros y estilos (mucho rock instrumental), de la región. Se trata de un álbum que se difunde gratuitamente en internet con licencia Creative Commons. La cosa es fácil, entran ustedes en la web que se les indica, se lo descargan en formato zip, inluyendo portadas, y en unos minutos (pesa más de 60 megas) lo tienen en su ordenador para disfrutar e ilustrarse con lo que se cuece en aquella parte del mundo. La experiencia, sin duda, merece la pena.
Fin de la lección (es un decir) por hoy.
Para descargarte Valparaíso rock!, entra aquí.
