“Cuando interpretó ‘Reina del amazonas’ dejó la concentración a un lado y se soltó para disfrutar de su gran noche, en la que no llegó a versionar a Raphael, pero sí se atrevió con Chris Isaak o con un aclamado ‘Bailar pegados’”
El pasado viernes, Ramón Rodríguez llenó Joy Eslava para presentar el último disco de The New Raemon, “Oh, rompehielos”. Un directo muy esperado, después de esa parón musical que anunció justo hace dos años. Por Eva Rodríguez.
The New Raemon
13 de marzo de 2015
Joy Eslava, Madrid
Texto y fotos: EVA RODRÍGUEZ.
De americana blanca en plan Sony Croquet en Corrupción en Miami, Ramón Rodríguez llegó el pasado viernes a la sala Joy Eslava para presentar el último disco de The New Raemon en Madrid.
Rodríguez venía a la Joy con diez temas nuevos bajo el brazo del álbum “Oh, rompehielos”. Y es que, si de algo sabe bastante el solista de The New Raemon es de abrirse camino ante las inclemencias. En 2013 anunciaba su cese en la música por un tiempo indefinido y tan solo dos años después demuestra sobre los escenarios por qué se ha convertido en el hombre del momento del indie español.
Sobrado de sencillez y con la sala casi llena, fue de menos a más en un show que comenzó con ‘Una historia real’, primer tema de su último disco. Cuando interpretó ‘Reina del amazonas’ dejó la concentración a un lado y se soltó para disfrutar de su gran noche –en la que no llegó a versionar a Raphael, pero sí se atrevió con Chris Isaak o con un aclamado ‘Bailar pegados’–. “Soy un chico para todo y hemos llegado tarde. ¡Bienvenidos al indie!”, exclamó antes de interpretar una magnífica ‘Quimera’.
Tras este repaso inicial a algunas de sus nuevas canciones decidió cambiar de rumbo el barco y desafiar al viernes trece con su disco “maldito” “Tinieblas, por fin” y el tema ‘La ofensa’.
A esta le siguieron otras intercaladas, antiguas y recientes como ‘La siesta’ (en la que invitó a ‘ulular’ al público), la radiada ‘Sucedáneos’ o ¡Hoy estreno!
Por un minuto de felicidad
Si hubiera que calificar en una sola palabra los discos de The New Raemon estaría lejos de ser ‘feliz’. Lo tenía claro una chica entre el público que comentaba a otra que ‘El Yeti’ le parecía más dolorosa “que un cuchillo entre las uñas”. Sin embargo, la noche tuvo más de un momento divertido, porque Rodríguez estaba pletórico y lo logró transmitir.
Presentó uno a uno a los componentes de la banda –con Marc Clos al mando de un impresionante vibráfono y Lluís Cots, entusiasmado durante todo el concierto, a la batería–. También tuvo palabras para compañeros de profesión, como Jero Romero, al interpretar ‘El refugio de Superman’: “La canta mejor que yo y todo el mundo piensa que es suya”, apuntó entre risas.
Llegó el momento de tocar “una canción feliz”, ahora sí, ‘El cau del pescador’. Quería celebrar el minuto de felicidad que experimentó cuando la compuso, y acabó haciendo una interpretación previa, un tanto hilarante, de la canción de Sergio Dalma ‘Bailar pegados’. Tenía ganas de festejar y, aunque dijo estar un poco nervioso, se manejó sobre el escenario como su admirado Eugenio, al que dedica la canción ‘El saben aquel que diu’ que también interpretó.
‘La dimensión desconocida’, para la que invitó a subir al escenario a Miguel Rivera, de Maga, y la fusión de su tema ‘Elen-na’ y la canción de Chris Isaak, ‘Wicked Game’, terminaron de enganchar a todo el auditorio. Para el cierre contó con ‘La cafetera’ y ‘Tú, Garfunkel’.
No faltó nada. Acabó contando varias historias, muchas intensas y una feliz, (y cumpliendo con no tocar ‘Te debo un baile’, aunque se la pidieran a gritos).