«Nat Simons se vistió de su particular energía para ofrecer una hora de apabullante derroche rock, con aires de glam retrofuturista»
El cantautor compostelano Luis Fercán y Nat Simons, que continúa embarcada en la gira de su último disco, Felina, pusieron el broche de oro a la decimotercera edición de Girando Por Salas (GPS), la iniciativa que impulsa el movimiento y la carretera de decenas de músicos y bandas.
Texto y fotos: SARA MORALES
Con la llegada de junio, llegó también el final de la decimotercera edición de Girando Por Salas, la popular iniciativa que impulsa la presencia en directo de músicos y bandas, además de conceder ayudas a su promoción y su producción discográfica. Financiada por el Instituto Nacional de Artes Escénicas y de la Música (INAEM), de Ministerio de Cultura y Deporte, en colaboración con la Federación Coordinadora del Circuito de Músicas Populares (FCMP) se consolida, en cada ejercicio, como una de las propuestas más agraciada y generosa del circuito nacional que, además, colabora mano a mano con unas ciento ochenta salas de todas las comunidades autónomas. Y precisamente en una de ellas, en la castiza y legendaria Clamores de Madrid, se ponía anoche el broche final a esta nueva edición.
Una edición que ha venido marcada estos últimos meses por la participación de veintiséis artistas, entre los que se han encontrado Aiko El grupo, Anabel Lee, Arima Soul, Ballena, Bourbon Kings, Confeti de Odio, Dani, Dani Botillo, Faneka, Furious Monkey House, Hoonine, Johnny Garso, Kora, La Ganga Calé, Lorreine, Malafé, Marisa Valle Roso, Nativa, Nat Simons, La Trinidad, Los Mejillones Tigre, Luis Fercán, Queralt Lahoz, Razkin, Tacho y Vera Fauna. Siendo el compositor compostelano Luis Fercán y Nat Simons, los elegidos para despedir esta etapa del ciclo, con sendos conciertos en la misma noche.
«El carácter melancólico de las canciones de Luis Fercán y el intimismo creado enmudeció a la sala y bordó la puesta en escena»
Fercán fue el encargado de abrir la velada, a manos de una guitarra y la compañía de su violonchelista y su pianista. El carácter melancólico de sus canciones, en una obra que destiñe sensibilidad y costumbrismo poético, enmudeció a una sala que quedó impregnada de la magia de temas como “Todo el miedo”, “Medias rotas”, “Montera” y “Mesa para dos”. El intimismo bordó la puesta en escena y, aunque el nivel de intensidad emocional siempre es su mejor baza, el gallego supo ir rompiéndolo y moldeándolo con pequeñas dosis de humor que provocaron las sonrisas. También hubo momento para los agradecimientos, como el que le dedicó a Nacho Mur, con quien ha compartido la producción de su último disco, Canciones completas desde una casa vacía, que acoge otra de las canciones que sonaron en esta noche de lluvia, “Color miel”, ese pasaje con tintes de bolero. “Venezia”, “Galicia” y “110”, esta última instaurada ya como una de sus insignias en directo, levantaron el vuelo del músico para dar paso a Nat Simons.
El sosiego y el pop de habitación de Luis Fercán, se transformaron, en cuestión de segundos, en potencia y garra. La madrileña, que lleva meses en la carretera de la mano de Girando Por Salas presentando su nuevo disco, Felina, se vistió de su particular energía para ofrecer una hora de apabullante derroche rock. Con aires glam retrofuturista, y respaldada por su banda, hizo sonar sus perlas habituales, esas que la han alzado desde hace ya casi quince años, tres discos de estudio y un epé, a los escalones más aclamados de la escena independiente. Pero no faltaron, como la ocasión lo exigía, los grandes impactos que se encuentran en el repertorio de su álbum más reciente, como son “Big bang” o “Macabro plan”. Un trabajo del que continúa saboreando las mieles, al tiempo que en encuentra ya embarcada en su siguiente proyecto, Felinas. Un disco de colaboraciones en el que revisita Felina, además de hacer versiones e incluir canciones inéditas, y que ha contado, entre otras, con la presencia de Cherie Currie, de las legendarias Runaways, para interpretar juntas una imponente y carismática versión de “Queens of noise”.
Y así, a medio camino entre la calma y el nervio, se echó el cierre a la decimotercera edición de Girando Por Salas, desde la sala Clamores. A sabiendas de que no tardará en ponerse en marcha un nuevo programa para seguir llevando la música en directo a cada rincón, contribuyendo a que nuestros músicos y artistas reciban el reconocimiento que merecen ellos y la calidad de una oferta musical a la altura de lo que merece el público.