Ayer, 12 de diciembre, fallecía en California Ike Turner. Considerado el padre del rock and roll al escribir en 1951 el primer rock de la historia, «Rocket 88». Un pionero y un revolucionario –nacido el 5 de noviembre de 1931– que comenzó su carrera como pianista de Sonny Boy Williamson cuando todavía asistía al colegio. Con su primer grupo, The Kings of Rhythm, Turner dejó registradas centenares de grabaciones, entre ellas la seminal «Rocket 88», aunque se editó bajo el nombre del vocalista Jackie Brenston. Era habitual que The Kings of Rhythm –que dejaron sentadas las bases del soul que vendría– grabasen para otros artistas.
En 1956 fichó para su grupo a la joven cantante de gospel Annie Mae Bullock, con la que se casaría en 1958, dándole en 1960 el papel de vocalista principal y rebautizando al grupo con el nombre de los dos: Ike & Tina Turner. De esa unión salió una abrasiva banda de directo –para muchos tan intensa, o más, que la de James Brown– que dejó hits como «A fool in love» o ese sensacional álbum que es River deep. Mountain high, producido por Phil Spector. Pese a todo, sus discos no tuvieron demasiado éxito comercial y la banda teloneó a los Rolling Stones en Estados Unidos y se vio obligada a grabar temas ajenos (de los Beatles, de Creedence Clearwater Revival) que, irónicamente, fueron los que les reportaron popularidad.
En 1976, Tina se divorció de Ike –acusándolo públicamente de maltratos físicos y crueldad– y comenzó la cuesta abajo de éste. La película de 1993 What’s love got to do with it?, sobre la relación de ambos, lo sacó de su silencio para protestar agriamente por el papel al que lo estaba condenando la historia, y reivindicándose, con razón, como un pionero y como el descubridor de la por entonces exitosa Tina.
El representante de Tina Turner, al conocerse hoy el fallecimiento de Ike, se ha despachado con un escueto comunicado: «Tina está al tanto de que Ike murió temprano hoy. Ella no ha tenido ningún contacto con él en 35 años. No se harán más comentarios».