«Los Milos fueron precursores de los sonidos modernos en el país. De hecho, se convirtió en una de las primeras bandas españolas en publicar un vinilo de temática rockera»
El 7 de enero falleció Salvador Blesa, integrante del grupo valenciano Los Milos, una de las bandas pioneras del rock and roll en nuestro país. Canciones e interpretaciones como “Pitágoras”, “Zapatos de gamuza azul” o “Tentación” marcaron su carrera discográfica.
Texto: CÉSAR CAMPOY.
El sábado, 7 de enero, falleció Salvador Blesa, guitarrista del conjunto valenciano Los Milos y uno de los pioneros del rock and roll en España. Salva, como era conocido por sus amigos y en la escena local, era el último integrante vivo del famoso trío, también compuesto por Vicente Castelló y Emilio Baldoví, más tarde reconvertido en Bruno Lomas. El grupo, formado en Valencia en la segunda mitad de los años cincuenta, estaba considerado uno de los precursores de los sonidos modernos en el país. De hecho, se convirtió en una de las primeras bandas españolas en publicar un vinilo de temática rockera.
Los Milos comenzaron su andadura en espacios de reunión para la juventud de la época, como el Club Universitario, y pronto destacaron debido a la vistosidad de sus actuaciones y las facultades vocales y escénicas de su líder. Tras ganar un concurso local, lograron firmar un contrato con el sello Discophon, en 1960. Inmediatamente, el trío entró en los estudios para registrar la que está considerada una de las primeras grabaciones de rock and roll en España, titulada, precisamente, Rock and roll en español. En ella realizaron dignísimas versiones de “Teddy girl”, “Be-bop-a-lula”, “Dance with me, Henry” y “Ciao, baby, ciao”.
A partir de la publicación de este epé, la popularidad del conjunto creció, y Los Milos comenzaron a frecuentar diversos escenarios. Conscientes del potencial del proyecto, en Discophon les propusieron la grabación, en 1961, de dos nuevos vinilos. El primero incluyó su celebradísima “Pitágoras”, además de “Estoy chispa” (“Rave on”), “Déjame cantar” (“At the hop”) y “Ya, ya”; mientras que el segundo (una de sus mejores y más contundentes referencias) estaba conformado por aguerridas interpretaciones de “Zapatos de gamuza azul” (“Blue suede shoes”) y “Lucila” (“Lucille”), además de “Caravana” y “Baby blue”. En 1962, ya convertidos en verdaderos ídolos de la mocedad, Los Milos regresan al estudio para registrar su último disco, a partir de las composiciones “Madison time”, “Vueltas y más vueltas” (“Tossin’ and turnin’”), “Tentación” y una brillante “Fugitiva”, a partir del “Runaway” de Del Shannon.
Inmediatamente, el lugar de Blesa lo ocuparía Pascual Olivas, después de que aquel abandonara Los Milos para proseguir con sus estudios de ingeniería técnica industrial, y trabajar en una empresa de electricidad. Desde hace varios años, Salva solía frecuentar las tertulias musicales y reuniones organizadas en torno a las formaciones pioneras del pop y el rock valencianos, e incluso participaba, acompañado de su guitarra, en conciertos y homenajes en recuerdo de los primeros años de música moderna en nuestro país. Hace más de una década, se recuperaba una grabación audiovisual que mostraba a Los Milos en una suerte de actuación casera en forma de videoclip. El propio Blesa confirmó que se trataba de una filmación que se realizó con el objetivo de estrenar un cortometraje sobre el combo. De nuevo, el trío hacía historia al convertirse este documento, posiblemente, en el único existente de estas características, sobre una banda de jóvenes en los primeros años del rock and roll en España.
