Sam Rivers, saxofonista y compositor de jazz, murió el 26 de diciembre en Orlando, Florida, a causa de una neumonía. Tenía 88 años. Aunque sus principales instrumentos fueron tanto el saxo tenor como el soprano, Rivers fue un multiinstrumentista que tocaba piano, flauta y clarinete bajo. A mediados de los años cincuenta, acompañó a Billie Holiday. En 1964, y durante unos meses, formó parte de la banda de Miles Davis, llegando a participar en el álbum “Miles in Tokyo”. Ese mismo año publicó su primer disco en solitario, “Fuchsia Swing Song”, en Blue Note. Tras dejar a Davis, Rivers tocó con músicos de blues como John Lee Hooker y T-Bone Walker.
Instalado en Nueva York, en los setenta se convirtió en una de las principales figuras del jazz más experimental. Junto a su mujer Bea, abrió un espacio dedicado a la interpretación y la experimentación llamado Studio Rivbea. A finales de la década, se convirtió en compositor residente de la Harlem Opera Society.
En la década de los ochenta, y durante cuatro años, Rivers formó parte de la United Nations Orchestra de Dizzy Gillespie, antes de instalarse en Orlando, donde rodeado de músicos jóvenes creó la Rivbea Orchestra.