Martin Duffy, teclista de Primal Scream, murió el 19 de diciembre, tras sufrir una caída y golpearse en la cabeza. Tenía 55 años. Ha sido su hermano Steve quien ha comunicado la noticia: «Con gran tristeza nos hemos enterado que Martin sufrió una lesión cerebral después de una caída, y falleció pacíficamente, rodeado de familia y su amado hijo Louie. Fue amado por su madre, hermanos, familia y amigos cercanos».
Por su parte, Bobby Gillespie ha escrito en las redes sociales: «Es difícil escribir esto. Nunca sabemos cómo hablar en torno a la muerte que no sean cortesías triviales. Todo lo que quiero decir es que nuestro hermano del alma Martin Duffy falleció el domingo. Sufrió una lesión cerebral debido a una caída en su casa de Brighton. Todos en Primal Scream estamos muy tristes. Conocía a Martin desde que era un adolescente en Felt. Tocó los teclados en cada álbum nuestro desde el primero hasta el último. Finalmente se unió a la banda en 1991. Martin era un personaje muy especial. Tenía un amor y comprensión de la música en un nivel espiritual profundo. La música significaba todo para él. Amaba la literatura y era muy leído y erudito. Un autodidacta. Un pensador profundo, curioso sobre el mundo y otras culturas. Siempre visitando museos en cada ciudad que tocamos o buscando piedras del Neolítico en lugares remotos. Obstinado y obstinado en sus puntos de vista. Podía tocar el piano al nivel en el que fue agasajado no solo por sus compañeros en la música británica, sino también por los músicos estadounidenses de la vieja escuela como James Luther Dickinson, Roger Hawkins y David Hood y el productor Tom Dowd. Presencié una sesión en Abbey Road en 1997 para un álbum de Dr John donde su compañía discográfica había reunido a un grupo de jóvenes músicos británicos independientes donde Mac Rebenac (Dr. John) parecía aburrido y desinteresado en la sesión hasta que Martin comenzó a tocar, luego de repente el buen Dr. comenzó a tocar algunas piezas de piano funky e instantáneamente supe que era porque sus oídos se habían agudizado cuando escuchó a Martin tocar, y la sesión finalmente cobró vida. Martin era el más talentoso musicalmente de todos nosotros. Su estilo combinaba elementos de country, blues y soul, para los cuales tenía un sentimiento natural dado por Dios. Nunca tocaba lo mismo dos veces, nunca. Era todo sobre “el momento”, mejor pulsar ese botón de “grabar” cuando Duffy estaba en llamas. Su sincronización era única, funky y SIEMPRE detrás del ritmo. George Clinton también excavó en Martin. Recuerdo una sesión en Chicago donde George le dijo “¡Ve a la iglesia Duffy!”, y él lo hizo. Martin también estaba en posesión de un ingenio único. Tenía un ojo rápido para lo absurdo, lo surrealista y lo ridículo. Vivía para reír y tocar música. Fue querido por todos nosotros en el Scream. Un alma hermosa. Lo echaremos de menos».
